La faena vacuna siguen en niveles altos, a pesar de que se había previsto una reducción significativa de la oferta ganadera este año.
Entre enero y abril del año pasado, según las estadísticas de la Secretaría de Agricultura, se faenaron 4,3 millones de vacunos.
Entre enero y marzo de este año la suma da 3,2 millones de bovinos a los que hay que agregar el dato de abril. Según informa el Senasa, en abril los envíos a faena sumaron 1,08 millón de vacunos, por lo que el total en los primeros meses empata al acumulado en igual período del año pasado.
Algunos analistas esperan que la caída en las ventas de los ganaderos se produzca en los próximos meses. Si bien no hay una tendencia clara, se ven algunos indicios de ese esperado proceso, que a su vez podría indicar el inicio de una recuperación de las existencias.
El principal dato surge de la faena de vacas. Entre enero y marzo el total ascendió a 507.000 animales, cuando el año pasado se había contado 625.000 vacas enviadas al matadero. La baja fue de 19%. En abril -según los datos provisorios-, los envíos a frigoríficos de vacas habrían caído 5%.
En este contexto, el analista Ignacio Iriarte dijo: “La liquidación se está amortiguando y va desapareciendo muy lentamente. Bajó la faena de vacas y ahora falta que caiga la de vaquillonas”.
“Todavía no hay una tendencia definida pero en los próximos meses se podría tender a una faena de hembras de equilibrio, con una participación de las mismas de 43%/44%”, se esperanzó.
En efecto, la oferta de vaquillonas para faena aumentó 6% entre enero y marzo, pero de en abril el dato preliminar da un empate respecto de igual mes del año pasado.
El mes pasado también se redujo la oferta de novillos. Según la estadística del Senasa, la baja fue de 5%.
Teniendo en cuenta la disponibilidad de ganado que hubo este mes y un peso de la res de 230 kilos, la producción de carne vacuna en abril habría ascendido a 248 mil toneladas, a las que hay que restar lo que se exporta para estimar el consumo doméstico.
Si las ventas al extranjero fueron igual de malas que en marzo, de tan solo 50.000 toneladas, el consumo interno entonces se habría ubicado en torno a los 51 kilos por habitante y por año.
Mientras la demanda interna mejora en cantidad de kilos ingeridos y paga mejores precios, los que pierden son los exportadores. Este año su nivel de faena, según declaraciones de Mario Ravettino, del Consorcio ABC, viene cayendo un 10% y las ventas al extranjero retrocedieron en marzo 35%.
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