Esta semana el gobierno se propuso, por medio de una medida cambiaria, bloquear las exportaciones de maíz partido al detectar que gran parte de las ventas externas de ese producto –destinado a la alimentación animal– fueron realizadas por operadores apócrifos que solamente buscaban instrumentar un negociado cambiario.
Para eso, por medio del Banco Central (BCRA), dispusieron que las operaciones de comercio exterior comprendidas en la posición arancelaria 1104.23.00.000D deben ingresar las divisas al país en un plazo de hasta quince días.
Sin embargo, los funcionarios que tomaron tal decisión no tuvieron en cuenta un detalle crítico: la posición arancelaria 1104.23.00.000D, además de comprender al maíz partido, también incluye a los trozos de maíz pelado y degerminado, uno de los productos con mayor valor agregado en el cadena de valor maícera.
Se trata de trozos, elaborados a partir de un maíz especial –flint o colorado–, que se obtienen en base a un complejo proceso productivo para destinarse como insumo base de la industria de la elaboración de copos para desayuno.
“No es sencillo elaborar trozos de maíz pelado y degerminado porque los clientes son muy exigentes en cuanto a la calidad requerida, razón por la cual los molinos que elaboran ese producto cuentan con una tecnología de avanzada”, explicó a Bichos de Campo Fernando Rivara, presidente de Rivara S.A., una de las compañías agroindustriales dedicadas a elaborar ese insumo.
“Después de muchos años de esfuerzo y trabajo, logramos tener clientes en Japón, Australia y Nueva Zelanda, destinos a los cuales tardan unos 40 días en llegar los contenedores, luego de lo cual el cliente verifica la calidad y recién en esa instancia concreta el pago”, remarcó.
Eso implica que, a partir de la nueva resolución del BCRA, las exportaciones de trozos de maíz pelado y degerminado quedan bloqueadas de facto, dado que los nuevos plazos determinados para el ingreso de divisas no se corresponden con los de la operación de comercio exterior, los cuales son, obviamente, mucho más extensos.
“Entendemos la necesidad de controlar las situaciones irregulares y ofrecemos toda nuestra colaboración en lo que pueda resultar útil al respecto, pero no consideramos razonable perjudicar a un producto de exportación que costó mucho esfuerzo posicionar en mercados internacionales muy exigentes”, remarcó Rivara.
La semana que viene empresarios del sector tienen programada una reunión con funcionarios de la Aduana para intentar solucionar el problema, algo que podría instrumentarse por medio de una subsanación de la resolución del BCRA o bien creando una posición arancelaria específica para los trozos de maíz pelado y degerminado.
Además de Rivara S.A., el producto es elaborado por Grupo Alimenticio S.A., Alimentos Tandil S.A. y Leones de Bleck S.A., entre otras empresas.
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