El objetivo fundamental en la producción de forraje es lograr la mayor cantidad de pasturas de calidad, durante el mayor tiempo posible.
Para cumplir esta meta, el primer paso es la implantación. Este proceso debe ser óptimo y adoptando tecnologías que le permita al productor ser exitoso desde la concepción de la semilla.
Según el gerente de Investigación y Desarrollo del criadero Barenbrug, Juan Bolonia, en los sistemas de manejo de pasturas, es importante la rotación adecuada, las mezclas y sus densidades, pero advierte que es sustancial el uso de una tecnología de tratamiento integral con inoculación en cada semilla.
“Ante la expectativa que se recomponga la disponibilidad de agua en los distintos perfiles de suelo tenemos la oportunidad de insistir con una buena base forrajera para diseñar sistemas inteligentes que permitan mantener un paisaje pastoril diverso”, comentó el ingeniero agrónomo en dialogo con Infocampo.
JORNADAS SOBRE PASTURAS EN PERGAMINO
Lo hizo en el marco de dos jornadas organizadas por el Grupo Barenbrug en su Campo Experimental de Pergamino, donde llevó a cabo una recorrida que incluyó visita al laboratorio de biológicos, sus plantas de procesamiento de semillas y las distintas parcelas demostrativas con cultivares de forrajeras.
“Independientemente de las condiciones ambientales o del contexto político en que se encuentren los productores ganaderos y lecheros, tienen que desarrollar su negocio y el pasto sigue siendo el sostén de su rentabilidad”, expresó el entrevistado.
En ese tramo, reconoció la importancia de utilizar semillas forrajeras tratadas e inoculadas y que contengan el mejor paquete tecnológico disponible. “En Barenbrug la protección de la semilla es integral, con lo cual la pastura está protegida desde su implantación”, mencionó.
LA GENÉTICA SÍ IMPORTA
Por otra parte, informó las novedades en materia genética y su responsabilidad en la búsqueda de materiales diversos que se adapten a cada región productiva del país.
“Estamos lanzando un nuevo cultivar de raigrás tetraploides, BarJumbo Plus, que apunta a sustituir con ventajas al tradicional Jumbo que nuestra empresa comercializa con éxito desde hace tiempo”, explicó.
Además, acentuó el portfolio de productos dando a conocer el nuevo raigrás Rápido INTA, de ciclo muy corto, diseñado para ser introducido dentro de las rotaciones agrícolas.
NUEVO CENTENO
Asimismo, habló sobre su nuevo centeno, Don Juan INTA, un material multipropósito y con muy buena aptitud para consumo ganadero.
“Este centeno nos permite cambiar el paradigma de los cultivos de servicio, ya que se adapta de manera extraordinaria al pastoreo, sin que pierda su plasticidad para ser usado como servicio, aportándole al sistema el reciclaje de nutrientes por la orina y la bosta de los animales”, dijo convencido.
En este mismo sentido, la empresa lanzó una vicia de ciclo corto, que tiene una muy alta capacidad de exploración radicular del suelo y bajo contenido de precursores de alcaloides, que causan problemas de producción animal.
Por último, en cuanto a materiales nuevos, mostró a campo la cebada multipropósito Guadalupe INTA. “Es un excelente producto resultante del convenio de mejoramiento genético que desarrollamos con INTA y nos permite producir forraje de alta calidad con grano”, concluyó.
AVANCES EN BIOLÓGICOS
A su turno, Germán Avanzini, líder técnico de productos biológicos de Barenbrug Argentina, hizo énfasis en los avances que su empresa logró respecto a este segmento, marcando importancia en la configuración de los microorganismos para el tratamiento de semillas de soja.
“Hace unos años venimos trabajando en un segmento muy importante que es la configuración de distintos microorganismos para consorciar al momento del tratamiento de la semilla”, sostuvo.
Según el especialista, “no se colocan microorganismos así porque sí”. Por lo contrario, argumentó que se hace “una formulación, los llevamos a un nivel de concentración que nos permite una correcta dosificación y un balance entre cada uno de los microorganismos, que son ajustados al momento de hacer el tratamiento de semilla”.
En ese marco, dijo que Barenbrug, continúa explorando todo lo nuevo en productos biológicos, a través de sus plantas de tratamiento, haciendo hincapié en el tratamiento profesional de semillas, que permiten una mejora en la calidad final del curado.
“El productor está cada vez más permeable al uso de estas tecnologías. Toda la práctica de inoculación en soja ya está instalada y naturalizada, pero ahora la clave está en seguir apilando microorganismos en ese cultivo”, aseguró, sin dejar de destacar el avance en otros cultivos.
“Seguimos avanzando hacia nuevos cultivos como el maní, garbanzo, arveja, porto que también tienen una gran respuesta a estas tecnologías. Incluso en trigo y maíz que tiene que crecer en tecnología de biológicos”, indicó.
TRES UNIDADES DE NEGOCIO
Semillas forrajeras, productos biológicos y fitosanitarios son las tres patas con la que se sostiene con firmeza Barenbrug en la Argentina. “A pesar de las dificultades climáticas y económicas, la empresa sigue apostando por invertir y brindar soluciones a sus distribuidores”, contó Fernando Bato, gerente de ventas del grupo en la Argentina.
Esta empresa que investiga, desarrolla y provee semillas forrajeras, inoculantes, coadyuvantes, terápicos para semillas, herbicidas y servicios diferenciados de la más alta calidad para el sector agropecuario, se encuentra en un proceso de “relanzamiento”.
Así lo expuso a nuestro medio, su CEO en Argentina y socio del grupo holandés, Eduardo Bayley. “Queremos rejuvenecer la empresa. Nuestro objetivo es que los productores tengan en claro que además de ofrecerles tecnologías, estamos dispuestos a colaborar con ellos para que puedan entender mejor las distintas problemáticas agropecuarias”, enfatizó el CEO.
Esta compañía logró cumplir las expectativas de sus distribuidores y clientes al brindarles tecnología, información y productos rentables en los últimos años y tiene el desafío de ampliar esa base.
“A pesar de la situación económica de Argentina, el grupo sigue invirtiendo en este país debido a la naturaleza a largo plazo de los negocios agropecuarios. La empresa controla todo el proceso, desde la producción de semillas hasta los productos químicos que utiliza para ese material, lo que nos permite tener control de calidad y competitividad en el mercado”, abordó el entrevistado.
Para Bayley, aunque hubo dificultades debido a la sequía, “la empresa se mantuvo firme gracias a la demanda de pasturas”.
Según su afirmación, la siguiente etapa es acercarse aún más a los productores para transmitir tecnología y comprender mejor la problemática agropecuaria. “La información de los productores es importante para guiar nuestra investigación y evitar errores”, advirtió.