Ya no hay INTA AMBA. No porque haya salido la resolución definitiva en el Consejo Directivo, sino más bien de facto, porque entre el viernes y el sábado pasado -ambos días no laborables para la función pública- los más de 100 trabajadores del organismo recibieron la orden de mudarse de estación experimental y abandonar su puesto.
Así lo confirmó el delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), José Perea, a Bichos de Campo. “Fue a espaldas de los trabajadores y sindicatos”, señaló, y denunció que el desarme de la estación que opera desde 2010 en el conurbano bonaerense es irregular e ilegal.
Lamentablemente, no hay nada de novedoso para los investigadores. Tal como había trascendido los últimos meses desde que la presidencia del INTA definió un plan de ajuste en tándem con el Gobierno, la Estación Experimental INTA AMBA sería la primera en cerrarse.
Lo que no esperaban era que fuera entre gallos y medianoche, y previo al tan esperado decreto del Ministerio de Desregulación, que oficializaría los recortes en el organismo.
Tal como se había planificado originalmente, el cierre de esta estación experimental, que tiene influencia sobre 39 municipios y la ciudad de Buenos Aires, no compromete -al menos por ahora- los puestos de trabajo. Al día de hoy, ningún investigador, técnico o empleado administrativo del INTA AMBA fue echado, sino que fueron instados a trasladarse a otras sedes.
Por eso es necesario remarcar que “al menos por ahora” nadie ha perdido su puesto laboral, ya que desde ATE enfatizan en que esto es un mecanismo que prepara el terreno para los despidos que contempla el plan de ajuste, que serían alrededor de 1.500 en total.
“A trabajadores que estaban dentro de una estructura, que tenían un perfil laboral con habilidades y conocimientos y una larga trayectoria, los van a poner en otros puestos de trabajo que no son acordes a la formación que ellos tuvieron”, lamentó Perea, que calificó a la medida como “un avasallamiento” que destruye el perfil laboral de muchos profesionales.
“Es como si mañana alguien te echara de tu casa, te vas al garage y después te mandan afuera”, graficó el delegado, que confía en que esta medida formará parte del “ataque más profundo” que llegará los próximos días. Se espera que, además de despidos, el plan de ajuste incluya fusiones de institutos, creación de macrorregiones y recortes en planes de investigación.
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Ya son varias las iniciativas que han llevado a cabo los trabajadores del organismo para denunciar su desguace. La última de ellas fue el abrazo simbólico a la institución en la sede de Castelar, en la que la consigna unánime fue “el INTA-AMBA no se vende, se defiende”. Mientras preparan una presentación judicial, desde ATE confirmaron a este medio que prepararán nuevas medidas de fuerza para los próximos días.
Particularmente, desde el sindicato denuncian que esta reestructuración que hoy tiene a cargo la Dirección Nacional del organismo no tiene validez alguna porque no se han contemplado las disposiciones que establece el régimen de administración de estructura ni se ha permitido a los dirigentes participar.
De hecho, Perea señaló que ATE había presentado un plan para conformar una nueva estructura conformada por dos institutos de investigación nucleados en un centro, pero que el Consejo Directivo lo “cajoneó” horas antes de avanzar unilateralmente con las reasignaciones laborales.
“Esta celeridad que tienen es porque quieren vaciar el INTA AMBA y meterle candado”, aseguró el dirigente gremial. No es el primero que lo dice y, con el diario del lunes -literalmente- tiene la derecha.
Lo que se pierde con el desguace de esta estación experimental es el trabajo realizado nada más ni nada menos que en el cinturón frutihortícola que abastece de alimentos y recursos al área más poblada del país, donde se concentran unas 16 millones de personas. Y no casualmente es una de las más apuntadas por no ser parte del interior productivo y abocarse a la agricultura familiar, la agroecología y un modelo agrario más inclusivo.
Hace unos días, en la antesala de esta medida, Anahi Minvielle, ingeniera agrónoma y trabajadora de esa estación, publicó una carta abierta muy sentida, en la que le dió un baño de realidad a la lucha. “Nos desarman sin mirarnos a la cara, sin darnos ni una sola explicación, sin siquiera darnos la posibilidad de defendernos. No nos preguntan qué hacemos; no quieren saber, no les importa. Sólo quieren borrarnos del mapa”, lamentó.
Y esbozó una razón para explicar ese ataque: “Somos el INTA que trabajaba codo a codo con los que menos tienen, con ese productor y productora que vino del interior o de países hermanos, escapando de la miseria, a engordar las grandes urbes, huyendo del hambre y del agronegocio que lo arrinconaba y lo dejaba sin aire y sin posibilidades de progresar”.
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También es obligada la lectura de la crónica que hace desde adentro del organismo el economista Germán Linzer, que trabaja hace 20 años en el INTA y llegó a desempeñarse como coordinador nacional.
“No debería haber una EEA Metropolitana del INTA… debería haber muchas en todo el país, asistiendo a productores a que entreguen el alimento más sano y nutritivo a toda la población, con mejores tecnologías y cuidados del ambiente”, escribió, en una columna de opinión publicada en el medio Visión Política.
Sobre ese diagnóstico coincide Perea, que recuerda que la idea original era que hubiera estaciones de este tipo en cinturones urbanos clave, como el Gran Rosario, el Gran Chaco, o el Gran Mar del Plata. Muy lejos quedaron esos proyectos de una investigación al servicio de las familias rurales, que hoy parecen menos atractivos ante la posibilidad de hacer negocios inmobiliarios, por ejemplo.
“Se necesita más INTA porque la investigación privada no lo hará”, sostiene Linzer en su columna.
De este modo, la EEA AMBA, una de las últimas en crearse, allá por el 2010, se convierte hoy en una de las primeras en cerrar sus puertas. Desde el sindicalismo insisten en que lucharán para que vuelva todo a fojas cero, pero la situación al día de hoy es que los trabajadores ya no forman parte de esa sede, virtualmente desaparecida.
En la movilización que hizo el sector hacia la sede en el microcentro porteño, también recolectaron el apoyo del diputado nacional por el Partido de los Trabajadores, Christian Castillo, que instó a sus pares en el Congreso a votar en contra del ajuste al INTA. “Nuestro compromiso, si sale el decreto de Sturzenegger, es tratar de derrotarlo”, dijo en la calle.
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La entrada Crónica de una muerte anunciada: Cierran el INTA AMBA y trasladan a sus trabajadores, quienes denuncian una “medida Ilegal” para fomentar los despidos se publicó primero en Bichos de Campo.