Si pensás que los pellets solo pueden fabricarse a base de madera o cereales, el proyecto de una pyme familiar busca demostrar que ese universo es mucho más amplio.
Como una unidad de negocio independiente dentro de la firma Automación K- una empresa industrial que desde hace 30 años ofrece tecnología para fabricar, clasificar y reparar palets- Kpel ofrece la posibilidad de elaborar pellets “sin complicaciones” y medida de cada cliente.
“Frente a los proyectos que se nos iban presentando, empezó a aparecer la pregunta de qué hacer con todo el scrap o descartes de madera que quedaban de nuestro proceso productivo. Fue allí que pensamos en esta solución. Lo que antes pagabas para que te lo lleven, ahora es algo que te puede dar valor agregado”, contó a Bichos de Campo Osvaldo Kovalchuk, socio gerente de Automación K, que participó de la Exposición de Palermo.
Luego de asociarse con una firma italiana que comercializa la tecnología necesaria para elaborar estos pequeños cilindros, la familia comenzó a fabricar los propios de madera, ideales para producir energía a partir de biomasa. A partir de ahí, las consultas de productores del sector se multiplicaron.
“Los clientes nos empezaron a mencionar todos los descartes que tenían. Arrancamos a ofrecer soluciones para peletizar alfalfa, distintos cereales, y hasta lana y batata”, señaló Kovalchuk.
“Hoy lo que buscamos es darle al productor una herramienta para no solamente bajar el volumen de eso que tiene, reduciendo -por ejemplo- un fardo en un 70% de su volumen, sino también para eficientizar la nutrición animal, integrando en un pellet todo eso que quiere darle de comer”, añadió a continuación.
Lo que distingue al servicio de Kpel es que una misma máquina puede servir para distintas producciones, con solo cambiar su matriz interna. Además, el portfolio incluye desde máquinas para fabricar 50 kilos por hora, hasta aquellas que superan los 200 kilos.
Como si eso fuera poco, la firma ofrece un servicio de asesoramiento para realizar pruebas de generación previas a la adquisición de la máquina.
“Tenemos montado un laboratorio, donde un productor que no sabe si puede peletizar o no su mezcla, porque a veces no es tan común, puede hacer su muestra. Nos manda el insumo, y nosotros hacemos la prueba. Luego le damos un informe técnico, en convenio con INTA e INTI, con la granulometría que usamos, la humedad, la matriz, y la producción que obtuvimos de las máquinas. De esa forma el productor pude saber que ese producto cumple con las normativas que ellos necesitan”, explicó Kovalchuk.
En caso de que el productor decida adquirir una máquina luego de ese estudio de viabilidad, la firma reintegrará su costo.
-¿La tecnología es de fácil amortización?- le preguntamos.
-Al ser máquinas eficientes, los costos de uso y de repago, para que la máquina se pueda amortizar, son muy bajos. Y acompañamos en esto de sacar cuentas de los costos energéticos aproximados, en los costos de hora hombre y en tener toda esa ecuación para que esté seguro de que lo que va a comprar le va a servir.
-¿Qué comentarios reciben de parte de los productores? ¿Es común este tipo servicio integral?
-No, no es tan usual. Estamos muy contentos porque cada productor que viene, que está metido en el tema, dice que este es el eslabón que le estaba faltando, porque tiene problemas con la nutrición, con la dosificación, con el almacenamiento, y esta solución es clave. Estas máquinas dan una solución entre una punta y la otra de la cadena. Además, son equipos eficientes, compactos y sencillos de usar.
La entrada ¿Descartes peletizables? A eso apuesta una pyme familiar, que comercializa máquinas para elaborarlos a base de madera, alfalfa, lana y hasta de batata se publicó primero en Bichos de Campo.