Luego de repetir durante diez minutos el crudo diagnóstico que realizó el presidente Javier Milei el domingo, al asumir el cargo, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció esta tarde mediante un video grabado una serie de medidas de emergencia, incluida una fuerte devaluación del dólar oficial, que más que duplicará su última cotización y se ubicará en 800 pesos.
Este tipo de cambio es notablemente mucho más competitivo para las actividades agropecuarias exportadoras, aunque podría afectar también a muchos productores que utilizan bienes transables que cotizan en dólares (básicamente los granos) para producir carnes, biocombustibles o leche.
Para los productores de granos el combo no será perfecto, pues Caputo blanqueó que no se removerán las retenciones en el corto plazo (del 33% para la soja, y del 12% para el resto de los granos), que por el contrario volverán a aplicarse a otros sectores de la economía, con el argumento de “terminar con el sesgo antiagropecuario”.
A la par, y sin plazos de finalización, el gobierno mantendrá la aplicación del Impuesto PAIS sobre las importaciones, lo que encarecerá el tipo de cambio de la mercadería de origen extranjero. Esto tampoco es una beuna noticia para los productores de granos, que dependen en buena medida de los fertilizantes y los agroquímicos de origen importado.
“Definitivamente estamos frente a la peor herencia de nuestra historia”, dijo el ministro de Economía repitiendo los dichos de Milei. Mencionó como señales que el déficit fiscal supera los 5,5 puntos del PBOI, que “el Banco Central se quedó sin dólares en sus activos y con el equivalente a tres bases monetarias de pasivos remunerados”, que la emisión monetaria fue de mas de 20 puntos del PBI, que la deuda púbolica es de más de 400 mil millones de pesos, y que la inflación navega al 300% anual y se corre oeligro de que llegue mucho mkás arriba que eso.
Como ejemplo de esta situación Caputo señaló que el litro de leche podría pasar de valer 400 pesos a 60 mil pesos en el lapso de un año, si no se controlan las variables.
Este fue su discurso completo:
“Nuestra misión es evitar esta catástrofe”, señaló poco antes de terminar un diagnóstico de más de diez minutos de duración y proseguir con las medidas, sobre las cuales faltan conocer muchos detalles. Sobre estas soluciones, aclaró que apuntan a terminar con la “adicción al déficit” que han mostrado hasta aquí todos los gobiernos.
Las medidas son:
No se renovarán los contratos laborales que tengan menos de un año de vigencia. ya que es una “una práctica habitual de la política” incorporar a amigos y familiares.
Se decreta la suspensión de la pauta del oobierno nacional por un año, para ahorrar unos 34.000 millones de pesos gastados en publicidad oficial en lo que va de este año.
Los ministerios se reducen de 18 a 9 y las secretarías de estado caen de 106 a 54. Según Caputo, “esto redunda en una baja del 50% de los cargos jerárquicos de la función públcia y del 34%b de los cargos políticos totales del estado nacional”.
El ministro también avisó que se reducirán al mínimo las transferencias discrecionales del estado federal a las provincias, para que éstas también deban efectuar sus propios ajustes.
Anunció además que el Estado nacinoal no va a licitar más obra pública nueva y va a cancelar los contratos de las que todavía no hayan comenzado. “No hay plata para pagar más obra pública”, dijo Caputo, que la definió como “uno de los principales focos de corrupción”.
También anunció recortes en los subsidios a la energíea y al transporte, ya que “hoy el estado sostiene precios bajísimos, a través de subsidios”, que además no son parejos pues benefician mucho más a los habitantes del AMBA que a los de las provincias.
En materia de política social, anunció que se mantendrán los planes de Potenciar Trabajo en los términos del Presupuesto 2023, y también los subsidios que llegan directo a la gente que los necesita, como la Asignación por Hijo (AUH) y la tarjeta Alimentar, para la cual anticipó además un incremento del 50%.
Y luego llegó el anuncio más esperado: “Vamos a sincerar el tipo de cambio oficial, que va a pasar a valer 800 pesos para que los sectores productivos tengan los incentivos para aumentar su producción”, indicó. Luego aclaró que esto se acompañará de un aumento temporal del Impuesto PAIS para las importaciones y de una generalización a otros sectores de las retenciones ala exportación que ya tributan los productores, de manera de “equiparar la carga fiscal para todos los sectores dejando de discriminar al sector agropecuario”. Sobre los plazos de conitnuidad de estos tributos aduaneros, a los que calificó de perversos, dijo que “finalizada la emergencia vamos a avanzar en la eliminación de todos los derechos de exportación”.
Por último, el titular de Economía anunció el reemplazo del SURA por un registro estadístico de las importaciones, que “no requerirpa de aprobación previa de licencias, para el que quiera importar podrá hacerlo y punto”.
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