Ahora está callado porque la veda electoral se lo exige. En su doble rol de ministro y candidato, Sergio Massa tiene prohibido en esta etapa hacer anuncios. Pero antes de esto, el titular de Economía venía lanzando una catarata de medidas que, en el caso del sector agropecuario, suponían el desembolso de más de 50.000 millones de pesos. De todos modos, el “Plan Platita” del agro estuvo sobre todo destinado a paliar los efectos de la propia crisis económica sobre las actividades productivas (en especial por el atraso cambiario y el impacto del Dólar Soja) que a establecer condiciones para el desarrollo.
Un análisis realizado por el Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA) muestra con claridad que lo que ha hecho Massa desde que decidió competir por la Presidencia es gastar un dineral en tratar de reparar los daños que sus propias políticas generaron sobre el entramado productivo, especialmente desde la aplicación en septiembre de 2022 del Programa de Incremento Exportador (PIE) lanzado como medio de generar un mayor ingreso de divisas para que el Banco Central pudiera recomponer su delicada situación.
Y la tan mentada eliminación de retenciones a las economías regionales con la que el candidato oficialista intentó lucirse en el debate presidencial no fue tal, pues “”si bien la medida tuvo un costo fiscal de 170 millones de dólares, se observa que la reducción no fue total, sin parcial, quedaron algunas posiciones con alícuota y no se bajó en producciones regionales tales como el azúcar, las lanas, algodón, etcétera”, según define el estudio de la entidad rural.
En el mismo sentido, la SRA explicó que respecto de los derechos de exportación (DEX) a los lácteos que se publicó en el Boletín Oficial hace unos pocos días, esta medida baja por 90 días todas las posiciones de los productos lácteos a 0% e implica un costo fiscal de 25 millones de dólares. “Esto permitiría dar mayor capacidad de pago para la leche al productor a las industrias que exportan lácteos”, señaló el informe.
El Instituto de Estudios Económicos de la Rural se detuvo especialmente en los “Programas temporales y sectoriales de tipo de cambio diferencial” aplicados por Massa desde hace poco más de un año, debido a las urgencias cambiarias que enfrentar el país en este tramo. “Estos programas son beneficios parciales puesto que no se están considerando las consecuencias negativas que generan los desequilibrios económicos inter temporales; deterioran las señales y funcionamiento normal de los mercados; y al mismo tiempo los múltiples tipos de cambios terminan afectaron a otros sectores, también del ámbito agropecuario por la gran cantidad de vasos comunicantes que tienen”, se explicó.
En el caso del Dólar Soja Programa Incremento Exportador, en este escenario electoral se plantea un cambio sustancial respecto del PIE 1-2-3, pues “se permite por un mes que, al momento de ingresar las divisas generadas por la exportación del complejo soja, se puedan liquidar hasta en un 25% en el mercado financiero”. Esta semana se postergó hasta el 25 de octubre de 2023.
Además Massa aplicó un Dólar Maíz hasta julio de 2023 y un Dólar Agro especial para economías regionales, que de todos modos logró “muy bajo acatamiento por la cantidad de condicionamientos que le requirió la Secretaria de Comercio para poder aplicar al programa”.
Como todos estos toqueteos en el tipo de cambio implicaron una mayor suba de costos en muchas otras actividades productivas (que utilizan la soja y el maíz como insumos), un rasgo distintito de la política agropecuaria en el marco de este “Plan Platita” ha sido la entrega de Aportes económicos no reintegrables para compensar a dichas actividades. En este aspecto, la Rural calculó que “se comprometieron fondos por un total de $53.700 millones para distintas actividades”. A saber:
Lechería: En el año se impulsaron dos programas. El Impulso Tambero 1 se distribuyó entre los productores anotados en función de hasta 1500 litros 15 pesos por litro y entre 1500 y 5000 se pagaron 10 pesos por litro de leche hasta un valor máximo de 600.000 pesos. El programa se cumplió. En tanto, el Impulso Tambero 2 distribuirá 20 pesos a productores que no superen los 1500 litros diarios de producción y para los productores de entre 1501 y 7000 litros diarios se entregarán 15 pesos por litro, hasta alcanzar los 800.000 pesos. Actualmente se están anotando para el programa.
Porcinos: El beneficio se otorgó en función de la relación entre consumo de soja y maíz para alimentación y volumen de producción promedio.
Feedlots: En este caso no se anotó casi nadie porque los requisitos establecidos para aplicar al programa no compatibilizaban con la normativa con el formato real del negocio.
Aviar: Se establecieron dos fondos, uno con destino a la asistencia económica por la gripe aviar, de 7.500 millones de pesos, que acaba de ser ampliado a las aves de traspatio. El segundo fondo con destino al fortalecimiento de la actividad llegaba a los 2.200 millones de pesos. Este monto se distribuyó en función del promedio mensual de cabezas de pollos parrilleros faenadas durante el período octubre 2021 a septiembre 2022 de cada productor solicitante, en función del cual se estimóla cantidad de soja o derivados necesaria para cubrir el requerimiento de alimentación.
Miel: Se destinaron 439 millones de pesos en subsidios directos para el sector a quienes tengan entre 5 y 150 colmenas. El beneficio se calculó en 1.500 pesos por colmena, mientras que para lo que tenga entre 151 y 300 se entregarán $750 por colmena.
Ovinos: Se pagaron 600 por animal esquiable, solo para los productores que tienen hasta 5000 cabezas. Pero los productores consideraron insuficiente ese aporte y reclaman ahora un Plan lanar 2. En este caso se reclama por el fuerte atraso cambiario que afecta las exportaciones de lana.
Hortícolas: Se distribuyeron cerca de 802 millones de pesos entre 4.276 productores platenses identificados por haber sufrido supuestos daños por un evento meteorológico con un aporte no reintegrable de 600.000 pesos para cada uno.
Cooperativas: El Programa CoopAr 1 repartió 3.000 millones de pesos que ya se entregaron, mientras que otro programa llamado CoopAr 2 promete otros 3.000 millones, y se están anotando actualmente los proyectos.
Este es el cuadro resumen elaborado por el Instituto de Estudios Económicos:
Este reparto alocado de recursos públicos no fue la única medida que implementó Massa a través de su secretario de Agricultura, Juan José Bahillo. Además se prometió destinar unos 30 millones de dólares de recursos de préstamos internacionales al Programa Siembra trigo y maíz mediante el cual se prometió entregar hasta 5 toneladas de fertilizantes (urea) para productores en emergencia agropecuaria, a través de un convenio con YPF Agro.
“Esta iniciativa es de carácter muy menor. En el caso del trigo esto podría alcanzar para la siembra de entre 15 y 31 hectáreas, según el modelo y zona, mientras que para el caso del maíz con esas 5 toneladas se podrían sembrar entre 19 y 25 hectáreas. Al momento se presentaron al programa 8.853 solicitudes. Cabe mencionar que esta situación se está dando en un contexto de falta de precios de insumos y disponibilidad de insumos, tal como se vio en la semana con el gasoil”, indicó el documento ruralista.
Por otro lado, Massa prometió que trabajará en una reforma a la Comunicación A 7720 del Banco Central, que en marzo pasado prorrogó un encarecimiento del crédito a los agricultores que tienen más de un 5% de soja en stock. De todos modos, esta promesa por ahora no se concretó.
Finalmente, entre los anuncios de campaña destinados a captar al menos una porción del llamado “voto rural”, el ministro de Economía prometió la Prórroga del programa “Puente al Empleo”.
“Este programa busca solucionar el problema que el mismo sistema genera al momento que un beneficiario de un programa social, se incorpora a un trabajo temporario. Usualmente ocurre que el trabajador al terminar su contrato quede un mes desprotegido del beneficio, lo que lleva a no querer tomar un trabajo temporal registrado. Por eso dar previsibilidad en esta instancia impulsa el incentivo a aceptar un trabajo temporario registrado”, se explicó desde la SRA.
Pero no todas son caricias, porque en el marco de la campaña electoral Massa también lanzó una serie de iniciativas que afectan directamente al sector agropecuario más que ayudarlo. El informe también las enumera:
Encarecimiento de los insumos importados por la aplicación de un mayor Impuesto País a la importación de bienes y la obligatoriedad de adelanto de IVA a los productos importados.
Bono para los trabajadores: Se trata de un pago obligatorio de 60 mil pesos en dos cuotas para los trabajadores rurales que inicialmente se absorbía por la paritaria sectorial, pero finalmente no fue así.
Proyecto de Presupuesto engañoso: Se propone al parlamento que ponga en discusión la exención de los inmuebles rurales en el impuesto sobre los bienes personales. “Esta propuesta desconoce que en realidad el hecho de gravar los inmuebles rurales con este impuesto implica afectar la fuente del sustento económico que lo genera. De avanzar con esta iniciativa, se terminará gravando una misma manifestación de capacidad contributiva con tres impuestos similares, sumando un punto más a la amplia lista de avasallamientos de los derechos de propiedad de los productores”, evaluó la Rural.
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