En los cultivos extensivos, uno de los problemas menos visibles pero potencialmente devastadores es la infestación de hormigas.
Estos pequeños insectos, que a simple vista pueden parecer inofensivos, representan una amenaza seria para el rendimiento y la salud de los cultivos.
El impacto provocado por las hormigas cortadoras de hojas sobre la comunidad vegetal ha llevado a considerarlas como los principales herbívoros de los trópicos y subtrópicos, afectando el 17% de la producción de hojas en los bosques tropicales (Weber, 1966).
Las hormigas no solo compiten por los recursos, sino que también pueden favorecer la proliferación de plagas como los pulgones, con consecuencias negativas para la productividad. En este artículo, exploraremos cómo las hormigas afectan los cultivos y por qué es fundamental conocer su impacto y controlarlas eficazmente.
IMPACTO DE LAS HORMIGAS EN LOS CULTIVOS
Las hormigas pueden afectar los cultivos de varias maneras. Primero, algunas especies de hormigas se alimentan de las raíces de las plantas o de las semillas, lo cual puede comprometer el crecimiento y desarrollo de los cultivos.
Además, actúan como “pastores” de otras plagas, como los pulgones, protegiéndolos y facilitando su propagación a cambio de la melaza que producen.
Esta relación simbiótica entre hormigas y pulgones puede resultar en una rápida infestación que pone en riesgo toda la cosecha, ya que los pulgones se alimentan de la savia de las plantas, debilitándolas y haciéndolas más susceptibles a enfermedades.
Más allá del daño directo al atacar las raíces o las semillas, el papel de las hormigas en la propagación de plagas es un problema grave. Los cultivos extensivos suelen cubrir grandes áreas, y una infestación puede diseminarse rápidamente si no se toman medidas a tiempo.
Las hormigas también alteran la estructura del suelo al excavar túneles, lo que puede afectar la retención de agua y nutrientes en el suelo, dificultando aún más el crecimiento saludable de las plantas.
HORMIGAS: LA IMPORTANCIA DEL CONTROL EFICAZ
Debido a que las hormigas son resilientes y pueden sobrevivir en distintos tipos de suelos y climas, es esencial implementar estrategias de control que aborden tanto la población de hormigas como su capacidad de favorecer otras plagas.
Un control efectivo no solo debe reducir la población de hormigas, sino también prevenir su retorno y su interacción con otras plagas que afectan la salud del cultivo. Por ello, existe una solución que logra controlar este problema desde la raíz.
El bicho bolita enciende una luz amarilla en campos bajo riego
Se trata de Cibus H, de la firma Agriglobal, que entra en juego como una solución innovadora para el control de hormigas en cultivos extensivos.
Diseñado específicamente para abordar las necesidades de los productores agrícolas, Cibus H actúa de forma eficaz contra las poblaciones de hormigas, reduciendo su impacto sin afectar la salud del suelo ni de las plantas.
Es un producto de banda verde que ofrece un enfoque sostenible y a largo plazo para el manejo de hormigas, protegiendo el rendimiento de la cosecha y minimizando la necesidad de intervenciones repetitivas.
PRIORIDAD PARA NO SUBESTIMAR
El control de hormigas es una prioridad que muchos productores aún subestiman, pero las consecuencias de una infestación pueden ser devastadoras.
Con Cibus H, los productores tienen una herramienta eficaz para proteger sus cultivos de los efectos dañinos de las hormigas y su papel en la proliferación de plagas. Conocer y controlar este problema antes de que afecte la producción asegura un futuro más seguro y productivo para los cultivos.