El día mundial del suelo se celebra el 5 de diciembre de cada año para concientizar el cuidado que debemos tener con ese recurso, que también es frágil y finito, como el agua o como el oxígeno.
Vamos a presentar una entrevista reciente que realizó Bichos de Campo nada menos que a Rattan Lal, una de las máximas referencias mundiales en materia de conservación de los suelos agrícolas. este científico nacido en Pakistán, docente de las más prestigiosas universidades en los Estados Unidos, en 2020 ganó el World Food Price, el mayor galardón para individuos que aporten conocimiento para el mejor acceso de la humanidad a los alimentos de calidad.
A Rattan Lal lo entrevistamos en exclusiva en un encuentro del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en octubre pasado, en Costa Rica. Está es la entrevista:
-Últimamente se habla mucho sobre secuestro de carbono. ¿Conoce usted el caso argentino? ¿Le parece que hay mucha hipocresía y un lenguaje vacío sobre el tema o existe una verdadera conciencia? ¿Qué ha notado de la Argentina?
-Algunos de los ejemplos más importantes de aumento de la producción de trigo con aumento de las reservas de carbono en el suelo provienen de la región pampeana de Argentina, de un colega Martín Díaz Zorita (experto argentino en fertilización). He coincidido con él una o dos veces. Así que en “la pampa” hay muy buenos ejemplos de éxito.
La verdadera pregunta es: ¿Queremos seguir aumentando la producción por hectárea incrementando el uso de productos químicos, pesticidas y energía? ¿O queremos reducir la producción para no necesitar tantos productos químicos? Creo que esa es la cuestión que tenemos que abordar en Brasil y Argentina, en las economías emergentes, en China, India y otros lugares: Cómo producir más con menos, para que la agricultura se convierta en una solución al problema medioambiental.
Producir contaminando no es una opción. El objetivo es producir un rendimiento respetable pero preservando el medio ambiente. Y eso es lo que llamamos agricultura regenerativa. Significa recuperar la calidad del suelo y del medio ambiente al mismo tiempo que se produce. Producir más con menos. Menos tierra, menos agua. Menos energía. Menos fertilizantes. Menos pesticidas.
-En Argentina hay un debate intenso respecto de que hay que ser “completamente agroecológicos” y no usar ningún tipo de insumo químico. ¿Es correcto decir que la agroecología sea el único camino para cuidar el suelo? ¿O se trata de un sendero que hay que ir transitando?
-No creo en el no uso de los insumos. África es un ejemplo. El uso de fertilizantes en África es de 20 kilogramos por hectárea. La media mundial a escala continental es de 140 kilogramos por hectárea. Pero la extracción de nutrientes de África, es decir, tomarlos del suelo y no devolverlos, es de 40 kilogramos por hectárea y año, desde hace décadas. Todo lo que se toma de la naturaleza hay que devolverlo de una forma u otra, o se debe elegir seguir siendo improductivos.
El suelo es como una cuenta bancaria. En un banco nunca se puede sacar más de lo que se ingresa. La tierra es igual. Así que el objetivo no es invertir. El objetivo es devolver lo que haces. Hay que mantener el equilibrio. Pero si te pasas, eso es veneno. La diferencia entre veneno y medicina es que los fertilizantes y pesticidas deben usarse como medicina.
De la misma manera hay que saber utilizar el tiempo y el método de aplicación. Una aspirina puede curar un dolor de cabeza, 100 aspirinas… ¡Ya te podés imaginar lo que significa! Así que hay que utilizar pesticidas y herbicidas como medicina, científicamente, correctamente, para que no contaminen. Pero los necesitamos. África los usa, pero hay de saber cómo usarlos. Qué es lo que se requiere y se espera. Y eso es la ciencia.
-Hay mucho marketing, es mi percepción, con el secuestro de carbono. Hay compañías que ofrecen servicios, aplicaciones que lo miden, pero los productores no creen demasiado en el concepto. En su opinión, ¿por qué los productores deberían incorporar el secuestro del carbono?
–Los agricultores están confundidos porque las empresas están proliferando, están creciendo demasiado, y estas empresas no están necesariamente dirigidas por científicos sino por gente que se limita a escuchar conferencias aquí y allá. Y les dicen (a los agricultores): te evaluaremos y te pagaremos tanto dinero, etcétera. Algunas empresas son buenas pero no todas, así que los agricultores deben tener cuidado. Cualquier comprador tiene que tener cuidado con lo que compra y ellos también.
Ahora, el precio justo del carbono existe. Como ustedes saben, el costo de la agricultura, la tierra adicional, los fertilizantes, los herbicidas necesarios para cultivar más carbono y más nutrientes es de unos 15 dólares por crédito. Alguien del USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) dijo que debemos hacer la medición, el seguimiento y la verificación. Yo dije que sí, pero que no cobráramos al agricultor. La razón por la que dije eso es porque una muestra de análisis de carbono en mi laboratorio cuesta 20 dólares. Así que si un agricultor tiene que pagar 100 muestras, no gana nada.
Por eso no estoy a favor de que los agricultores se alarmen por nada del mundo. Lo he dejado muy claro. A ningún agricultor se le debe pagar en función del uso de la tierra y de las prácticas de gestión. Pero que no se preocupe por la medición, el seguimiento y la verificación, los métodos indirectos, las imágenes por satélite. Si el rastrojo es un cultivo de cobertura o de una rotación compleja continua, si está realizando un manejo integrado de nutrientes, así es como debemos tener políticas que sean pro naturaleza y pro agricultura. Los agricultores quieren actuar pero las políticas no son favorables. Por eso están confundidos.
Si les pagaran un precio justo, 50 dólares y sin costos extras ni comisiones si va a funcionar. Pero si van a cobrar el 50% de comisión y el 50% por la evaluación de las reservas de carbono del suelo y el agricultor no obtiene nada, los están engañando.
-¿En cuánto tiempo imagina usted que el productor va a sentir que es un negocio hacer una agricultura sustentable? ¿Cómo lo imagina hacia el futuro?
-El IICA, el Estado y otras instituciones académicas tienen la responsabilidad de educar a los agricultores para asegurarse de que sepan cómo deben producir. Deben existir hojas informativas escritas en un idioma que los agricultores puedan entender. Deberían ver tierra buena, tierra sana, esponjosa. Que es de color oscuro, porque tiene elementos. Deberían ver vida en ello. Deberían ver tamaño, capacidad. Cuando pones una semilla, y de ella crece una berenjena, deben entender el valor de la tierra desde el principio. De la misma manera debemos asegurarnos de que comprendan qué es el carbono, qué es el secuestro de carbono, cuál es el valor social real del carbono, qué son los servicios ecosistémicos y, por lo tanto, deben saber que no sólo deben obtener ingresos a partir del suelo, sino que también protegiendo la capacidad de este para sustentar la vida.
-¿Es posible en este sentido salvar el mundo y que la agricultura pueda ayudar?
-La agricultura debería ser una solución. A Norman Borlaug le tengo un gran respeto. Yo lo conocía. Recibí mucho de él y obtuve el Premio Internacional de la Alimentación después de que él se fue. Pero en los años ’70 el foco estaba en India, China, los países en desarrollo. Entonces el objetivo era producir más granos. Como resultado de eso, usamos más químicos, más agua. Sin saberlo hemos agotado los recursos naturales, contaminando, degradando esos recursos naturales. Y ahora hay que mejorar, ¿verdad? Deberíamos tener más rastrojos, un sistema de raíces profundas.
Los objetivos del fitomejoramiento han cambiado. Nuestra forma de pensar debe cambiar y debemos tener un suelo que reciba el contenido de materia orgánica que produce. Un alimento para los organismos que viven allí. Así que todos los cereales deberían ser para las personas, excepto la biomasa de raíces y los rastrojos, que se necesitan para mantener la salud del suelo.
Madre naturaleza. Hay leyes de la ecología, muy importantes para la vida humana. Todo está conectado con todo lo demás en la naturaleza. Cuando intentas elegir una cosa, encontrarás que tiene muchas cosas conectadas con ella. Si se degrada el contenido de materia orgánica, la estructura fuente, los organismos vivos descienden, todo vuelve a decaer.
Entonces todo está conectado. Todo lo que se refiere a la Madre Naturaleza no conoce piedad. Cometes un error, tu madre te perdonará, pero no la Madre Naturaleza. Piense en la antigua civilización que desapareció, en el valle maya, el mundo azteca. No respetaban el suelo. No le han devuelto a este suelo lo que se merece.
Para la Madre Naturaleza no existe el almuerzo gratis. Los alimentos que hemos producido para 8 mil millones de personas ahora y que vamos a producir para 10 mil millones en 2050, tienen un precio, no un precio monetario, un precio ecológico, una huella ecológica. En algún lugar tenemos que reducir ese precio, porque hemos pagado demasiado. Cada año la biodiversidad desaparece. Es un precio muy alto.
Así que de alguna manera tenemos que hacer que la agricultura sea respetuosa con el medio ambiente. Puedes producir menos residuos. Comer con criterio, con prudencia. No te enfermes comiendo carne cinco veces al día. Debemos vivir en armonía con la naturaleza.
La entrada En el día mundial del suelo, entrevistamos a la máxima referencia mundial sobre ese recurso finito: “La Madre Naturaleza no conoce piedad”, nos avisa Rattan Lal se publicó primero en Bichos de Campo.