Los valores de la hacienda vacuna con destino a la faena registraron en el último mes una suba muy importante.
En noviembre el precio promedio de los novillos aumentó un 25%, el de los novillitos un 23%, el promedio de las vaquillonas un 20% y el de las vacas un 18%.
La suba puede ser atribuida a que comenzó a moderarse la faena, que en su totalidad fue igual a la del mes pasado, pero en las categorías con las que se atiende al consumo interno hubo fuertes bajas.
Si se observa la comparación interanual, la suba de precios resultó ser mucho más marcada.
El valor promedio de los novillos en noviembre fue de 953 pesos, un 247% más que en el mismo mes del año pasado. En el caso de las de las vaquillonas fue de 987 pesos, una suba del 230$. Las vaquillonas promediaron los 947 pesos, dando lugar a una suba del 232%, y las vacas promediaron 753 pesos, lo que se tradujo en una mejora del 270%.
En todas las categorías se observa una recuperación de valores en términos reales muy superior a la altísima inflación que tiene la economía argentina, que hasta octubre fue de 142,7% y, si se le agrega noviembre, habría llegado al 150%.
Extrañamente, esta suba del valor del ganado se da en un año de altísima oferta ganadera, que cerrará con 14,5 millones de animales vendidos por los productores a los frigoríficos, en medio de una supuesta profunda crisis del consumo.
Está claro que los salarios perdieron por mucho la carrera contra la inflación, pero también está claro que el consumidor argentino no está dispuesto a resignar su ingesta de carne. Estar bien alimentado en Argentina significa comer carne vacuna, y los festejos con la familia y los amigos se hacen con un asado de por medio. Esa fortaleza de la cadena se evidencia en los precios del ganado.
La media res, por su parte, aumentó menos. Según datos de IPCVA, la suba ronda el 190% interanual. Y los precios de la carne vacuna aumentaron todavía menos: un 162%.
Claramente el carnicero no pudo trasladar al precio del producto la suba del valor de la hacienda y de la media res, y es el que resignó márgenes.
Pero aún así, en toda la cadena se dieron incrementos por encima del promedio de inflación, lo que evidencia la fortaleza de un mercado interno “que hay que cuidar como oro”, según dijo recientemente a Bichos de Campo Alfonso Bustillo, presidente de la Asociación de Angus Argentina.
También tuvieron fuertes subas los precios de la hacienda de cría. Los terneros que hoy se venden en 1300 pesos, hace un año se colocaban en 400 a 450 pesos. La mejora fue de 220%
Y las vaquillonas preñadas que este año se negocian entre 450 y 500 mil pesos, se comercializaban hace un año en 150 mil pesos. La suba fue de 230%.
La entrada Fenomenal recomposición de los precios ganaderos en un año de altísima faena: Subieron más de 220% interanual se publicó primero en Bichos de Campo.