Los precios de los insumos agrícolas están sumamente distorsionados por el faltante de dólares y todas las medidas restrictivas que impone el gobierno a las importaciones.
La incertidumbre manda entre los operadores de ese mercado, que por momentos ofrecen mercadería y luego se retiran de la plaza. En ese contexto los precios están sumamente desacoplados del mercado mundial pero no a la baja, efecto causado en los valores de los granos, sino con fuertes alteraciones al alza.
Un informe de la consultora AZ Group indica: “En lo que refiere a precios, el mercado continúa reflejando una fuerte distorsión respecto a la paridad teórica. En el mes de septiembre nuevamente vimos operadores retirarse por momentos del mercado. El precio local de la urea es de 860 dólares la tonelada, reflejando una suba mensual de 65 dólares por tonelada y acumulando un 74% de suba respecto a los pisos de junio. La paridad teórica es de 562 dólares por tonelada”.
Según esos datos, el precio local de la urea es 53% superior a la paridad teórica.
En el caso de los fosfatados: “El precio a retirar es de 961 dólares por tonelada, 7 más que en agosto. La paridad teórica de importación es de 727 dólares por tonelada” dijo el analista Jeremías Batisttoni. El precio que pagan los productores es 32% mayor al de paridad.
Sin embargo, esos valores fueron compensados con la mejora en el ingreso que generó el dólar soja y que permitió una buena relación insumo producto.
“En septiembre pudo liquidarse soja a un tipo de cambio diferencial móvil aproximado de 450 dólares. Esto llevo a los precios de pizarra a 160,000 pesos, equivalentes a 461 dólares por tonelada, lo que indica una mejora de 95 dólares respecto de agosto” explicó el especialista.
A pesar de las subas en los precios de los fertilizantes consecuencia de la falta de dólares y las políticas oficiales, el diferencial de precios en la soja compensó esos incrementos.
“Toda la canasta analizada se vuelve positiva, incluso contra Atrazina, (compuesto químico usado en herbicidas) que mostró largamente relaciones de precio negativas. Las mayores oportunidades se encuentran contra glifosato. El herbicida mantiene un precio retrasado respecto al aumento general de los insumos en el año” dijo Battistoni.
El consultor finalmente indicó: “Aprovechar las relaciones de compra de la oleaginosa en los momentos de implementación de los programas de tipo de cambio diferencial permitieron capitalizar mejor las relaciones de compra”.
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