Luego de lo que fue el frío inesperado del segundo día de Expoagro, el mediodía del jueves tuvo un calor abrasador.
Bajo ese sol implacable se preparó la guardia periodística que esperó por la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, que visitó la mega muestra del campo en San Nicolás.
Desde algunos días previos a su llegada, que como es habitual no formó parte de la agenda de la oficina del Presidente Javier Milei ni los funcionarios de su Gabinete, el equipo de ceremoniales de Villarruel preparó una recorrida por varios de los stands.
Para esta vez fueron algunos llamados durante el fin de semana previo y luego una visita el martes, para revisar aspectos logísticos y de seguridad.
No obstante, los “hechos de público conocimiento”, como definieron desde su entorno a los graves incidentes con heridos en los alrededores del Congreso el miércoles por la noche, cambiaron de plano las intenciones. Y los organizadores de los stands donde se la esperaba, fueron llamados para acudir a su encuentro a la carpa.
VICTORIA VILLARRUEL EN EXPOAGRO
Por eso esta vez la vicepresidenta eligió no caminar por el autódromo en lo que probablemente hubiera sido un escenario cómodo y de fluidez con el público agropecuario que deambula por las interminables calles y visita los stands, una práctica habitual en cada una de sus presencias en contextos rurales, tal como lo hiciera el año pasado en esta misma muestra, en la invernal Agroactiva, en Armstrong, o en La Rural de Palermo.
Villarruel en La Rural: entrega de premios, elogios al campo y una llamativa compañía
Este jueves, sin embargo, la vice apenas transitó una distancia menor a 100 metros hasta la carpa institucional para reunirse con las autoridades de la organización y un selecto grupo de empresarios y dirigentes a los que Villarruel convocó.
“De hecho pagamos por el vallado para la seguridad evitar desbordes, pero al final no se usaron”, le comentaron a Infocampo desde una de las firmas a las que se iba a dirigir. “Nos pidió disculpas por no haber podido recorrer la feria este año y explicó que la agenda del día la obligaba a estar en el Senado toda la jornada”, comentó la misma fuente.
En ese contexto, el INTA hubiera tenido un protagonismo especial en la gira de Villarruel por San Nicolás, aunque de algún modo lo fue: lo que sí hizo la vice fue posar con una gorra del instituto (ver imagen principal) que hoy en día vive envuelto en una espesa maraña de rumores y elucubraciones en relación a su expansión territorial, sus bienes y sobre todo su planta laboral.
De hecho, en una entrevista con este medio en noviembre del año pasado el propio presidente del instituto, Nicolás Bronzovich, había utilizado la siguiente expresión textual: “Tenemos mucho ajuste para aportar todavía desde el INTA”. A los pocos días negó esa idea durante una entrevista con Radio Rivadavia.
También en ese noviembre movido para el Instituto, Villarruel realizó un fuerte gesto de apoyo durante la Fiesta Nacional del Arroz en San Salvador, en Entre Ríos. Allí sostuvo: “Quiero reconocer los desarrollos de las variedades de arroz del INTA en forma conjunta con la Fundación Proarroz. Un ejemplo de investigación con centralidad en la producción”.
“¡Una articulación público privada que nos llena de orgullo! ¡Más INTA, más desarrollo biotecnológico, más producción y más Argentina!”, enfatizó desde su cuenta de X.
“NO VENGO EN CONDICIÓN DE VICEPRESIDENTE”
“Expoagro es una cita importantísima para la agroindustria. Vengo a dar un gesto de apoyo de parte del Gobierno y el Senado”, remarcó luego del encuentro que mantuvo con las autoridades de Exponenciar, el presidente de Aapresid Marcelo Torres, el de la Bolsa de Comercio de Rosario Miguel Simioni o el del Consejo Agroindustrial Argentino, José Martins.
También participó casi toda la Mesa de Enlace, con Carlos Castagnani de parte de Confederaciones Rurales Argentinas, Andrea Sarnari por Federación Agraria Argentina y Lucas Magnano por Coninagro, entidad que también sumó a los expresidentes Carlos Garetto y Elbio Laucirica en el encuentro.
De parte de la Sociedad Rural Argentina no hubo representantes.
Desde el sábado los asesores agropecuarios de Villarruel, con Matías Lestani a la cabeza, habían diagramado la visita por las firmas Rumará (de San Andrés de Giles, en Buenos Aires) y Agrometal (de Monte Maíz, en el sur de Córdoba).
La idea fue buscar compañías representativas de distintas regiones, pero también de peso en la actividad, ya que de hecho Agrometal celebra a fines de este mes 75 años de vida y es una de las escasas empresas del campo que cotiza en bolsa, con un 40% de su capital en manos de accionisas.
Pero también la idea era pasar por el stand y los plots con cultivos del INTA, donde hay variedades de yerba mate, arroz, algodón, té o commodities como el maíz elaborados con genética del Instituto. Por eso recibió a representantes de todas estas instituciones y empresas, como también vio con buenos ojos cuando alguien le hizo llegar a sus manos una gorra del INTA.
Un movimiento espontáneo y del momento, pero también un gesto pensado por parte de alguien que acostumbra a marcar disidencias con el Presidente Javier Milei.
En ese momento no dudó, se la colocó y posó para las fotos. Y señaló: “Me interesa mucho lo que hacen, todo sea por Argentina”.
“Gracias por poner en alto el nombre de Argentina”, sostuvo. “Desde hace tiempo ella y su entorno vienen buscando vincularse con el INTA”, le explicaron a Infocampo.