Las economías regionales buscan subir al tren exportador, pero sufren por la competitividad

Sector citricos

En el primer mes del año, los complejos agroexportadores argentinos generaron divisas por U$S 3.465 millones, un 4% más que en el mismo mes del año pasado, según un informe del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA).

En este marco, uno de los datos sobresalientes fue el aporte que realizaron algunas economías regionales, que fueron las que más crecieron en este inicio de 2025.

Según el informe mensual que elabora el CAA, los complejos con mayor crecimiento relativo fueron el sucroalcoholero, cítricos (excluyendo limón) y el arrocero.

En tanto, soja, maíz y el rubro “otros productos agroindustriales” fueron los que más divisas aportaron, mientras que trigo, cebada y tabaco registraron los mayores retrocesos.

LAS ECONOMÍAS REGIONALES, A LA VANGUARDIA

Al medir la evolución de las economías regionales, el complejo sucroalcoholero fue el que mostró un mejor desempeño, al medir el crecimiento interanual.

En este caso, cerraron exportaciones por U$S 354 millones, una mejora de 354% con respecto a enero del año pasado.

caa

En tanto, el podio se completó con cítricos (U$S 10 millones y un crecimiento de 123,7%) y arroz, con despachos por U$S 14 millones y una recomposición de 115%.

En tanto, otra economía regional con alto crecimiento interanual fue peras y manzanas, que con casi U$S 20 millones exportados, creció 79%.

PROBLEMAS DE COMPETITIVIDAD

Sin embargo, un reciente informe del Instituo de Estudios (IERAL) de la Fundación Mediterránea, esatablece un horizonte de dudas sobre el futuro exportador de las economías regionales, bajo la situación cambiaria actual y sin que haya medidas impositivas o de otro tipo que fortalezcan la competitividad.

“Las producciones agroindustriales enfrentan una creciente presión: un dólar oficial que no sigue la inflación y costos en alza reducen la competitividad y golpean a los productores. Con este escenario, ¿qué estrategias pueden mitigar el impacto?”, subraya el estudio elaborado por el economista Jorge Day.

El panorama no luce favorable por la caída del poder de compre: un índice que mide la rentabilidad exportadora cayó 25% en dos años.

A la par, salvo excepciones, la mayoría de los productos regionales están por debajo de sus precios históricos.

Bajo este panorama, para 2025, “aumentar la productividad y reducir costos impositivos, logísticos y financieros será clave“, subraya Day.

Radiografía de las exportaciones agroindustriales y su sorprendente superávit: U$S 39.000 millones

El artículo completo del investigador del IERAL se reproduce a continuación:

En el sector agro y agroindustrial argentino está la preocupación referida a los altos costos para producir. Tiene dos consecuencias: ser menos competitivos a la hora de exportar (y peor con la devaluación en otros países, como Brasil), y menores precios a pagar a los productores, la parte más vulnerable de las cadenas de valor, en periodos difíciles. A todo esto, se agrega la posibilidad de menores precios internacionales, lo cual acentúa aquella problemática.

Para dimensionar esta situación, se recurrirá a un indicador que refleja la evolución del poder de compra del exportador en Argentina. Este poder disminuye cuando caen los precios internacionales y/o cuando el dólar oficial rinde menos (los costos aumentan en mayor proporción).

Ese indicador es el precio de exportación de los principales productos regionales, pero en vez de expresarlos en dólares, se lo hará en pesos, y se eliminará el componente inflacionario.

grafico day

Visión global:  se considera un índice de precio promedio regional (incluye varios productos agro y agroindustriales, excepto cereales y soja), y como referencia, se tomará la soja. Si a abril de 2021 aquel índice regional era 100, dos años después se redujo en un 25%. En ese periodo complicado para el sector, estaba en discusión el planteo de un dólar especial para esos productos (estaba vigente el dólar soja). 

A fines de 2023, con la fuerte devaluación, mejoró la situación de los exportadores. Sin embargo, con el tiempo, con un dólar oficial que no ha seguido el ritmo de la inflación, se ha ido deteriorando el poder de compra de los exportadores regionales, llegando a una situación similar a la de mediados de 2023.

grafico day 2

Visión de diferentes productos: presenta una comparación de los precios actuales de varios productos regionales, vs. los respectivos precios promedios históricos de los últimos veinte años. 

Salvo excepciones, como el aceite de oliva y papas industrializada, el resto está por debajo de esos históricos. Muy notorio en productos que hace unos años eran novedad, como nueces y arándanos, que tuvieron muy buenos precios años atrás, y luego se han normalizado. Una buena parte de la caída está vinculada con un dólar oficial relativamente bajo.

Ese menor poder de compra de los exportadores, sólo considerando precios, es un reflejo de los altos costos en dólares que enfrenta actualmente el agro argentino.

Los desafíos para 2025

Acorde a los pronósticos para este nuevo año, es altamente probable que se mantenga ese dólar bajo, es decir, los altos costos en dólares. Y si el plan actual sigue vigente, es una situación que puede durar varios años.

Entonces, ¿cuáles son las alternativas? En este análisis, sólo se ha considerado los precios de exportación, y faltan incorporar las cantidades.

Un interrogante es si éstas se pueden incrementar con mayor productividad, lo que se traduciría en menores costos unitarios. Esto se logra con inversiones, las cuales pueden ser posibles al haber más crédito bancario (partiendo de niveles muy bajos) y acceso a nuevas tecnologías. La pregunta es si esto permitirá incrementar significativamente la rentabilidad de los distintos sectores.

Por otra parte, en general, producir más es mejor, en especial en productos netamente exportadores, como los cereales, porque no cambian sus precios. En cambio, no lo sería tanto para aquellos que dependen fuertemente del mercado interno.

En esos casos, es usual que, ante una mayor cosecha, los precios pagados al productor disminuyan significativamente (uvas, frutas, entre otros). Es necesario hacer un trabajo para incrementar el porcentaje de la producción a destinar a los mercados externos, tarea que no es tan sencilla con un dólar relativamente barato.

Desde la perspectiva de la política económica, es clara la necesidad de reducir los costos que enfrentan las empresas. Clarísimo en impuestos.

La alta presión tributaria se podrá reducir en forma sustentable con niveles de gasto público más razonable, una tarea que tomará su tiempo. También se necesita hacer reformas en materia de aduanas y puertos, que impliquen menores costos para exportar.

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