Lerma no es sólo tabaco. El sector frutillero de este valle salteño está teniendo cada vez más protagonismo en el mapa productivo de la región. Representado por la Asociación de Frutilleros del Valle de Lerma (Aprofval), que comenzó a funcionar en 2022, hoy se evidencia un fuerte crecimiento de la actividad, algo que además se nota en los rostros orgullosos de sus integrantes.
Pero vayamos al principio. ¿A quién se le ocurrió ensayar con frutillas en semejante enclave tabacalero de más de 20 mil hectáreas? Respuesta repetida, otra vez el INTA está en el medio.
Resulta que, allá por el 2012, el ingeniero Javier Baldi quien, en aquel entonces, estaba en la AER Valle de Lerma, empezó promocionar el cultivo de frutilla para pequeños productores, al notar que a partir de las condiciones agroecológicas de la zona se obtenía fruta de alta calidad en cuanto a su sabor, por los grados brix que concentra.
Como plan alternativo al tabaco se pensó en abastecer de frutilla de alta calidad, en primera medida, al mercado local, que estaba cubierto por la producción tucumana y jujeña. Entonces, pensaba Baldi, que la disminución del costo del flete al producir localmente y la alta calidad que se conseguían en los ensayos, podían ser el marco ideal para esta propuesta, algo que no tardó en tomar impulso.
“En mi familia producimos frutillas hace más o menos 12 años” comienza su relato Oscar Tapia, uno de los primeros integrantes de la asociación. “Primero fue mi abuelo, luego continuó mi padre y ahora estoy produciendo yo. Arranqué con 800 plantas y, en esta campaña, llegué implantar más de 60 mil”, comenta conforme al ver este potencial crecimiento.
La bióloga Analía Gopar, quien tiene a cargo la agencia del INTA de Lerma, hace un racconto sobre todos los aspectos que tuvieron que tener en cuenta por aquellos años. “Era todo un desafío, todo estaba por hacerse. Había que avanzar por varios frentes. Se ensayó con diversas variedades y se veía su adaptación y respuesta, se abordó la cuestión tecnológica ya que es un cultivo que requiere de mucha tecnología, más allá de que se realice en baja escala y, se fortaleció los aspectos socio organizativos y de logística, ya que los plantines se traían del sur”.
Hoy, Aprofval cuenta con 30 productores asociados. La mayoría son de Rosario de Lerma, pero hay otros provenientes de Cerrillos, Vaqueros, Calderilla y de Chicoana. Entre todos implantaron en esta campaña, más de 250 mil plantas, lo que representa un total, aproximado, de 6 hectáreas, solamente en el Valle de Lerma.
La fruta tiene una firmeza y sabor particular, dicen quienes las han probado. La variedad elegida se denomina “Camino Real”. Es una frutilla tardía, que está lista para cosechar a principios de septiembre y se mantiene productiva hasta enero y febrero del año próximo. También están probando con otras variedades como la “Frontera” y otras más precoces como la “San Andrés”.
Este cultivo se realiza sobre bordos que se cubren con un mulching plástico de color negro. Estos, además, pueden cubrirse con manga térmica para protegerlos del frío en época de floración. “Al principio hacíamos los bordos a pulso, con pala, pero ahora tenemos nuestra maquinaria”, agrega Tapia. Bajo esa cobertura se dispone una cinta para riego por goteo o fertirrigación. Ese mulching se agujerea entre los 28 a 30 centímetros, donde se disponen, uno por uno, los plantines provenientes de la Patagonia, por la calidad que presentan y los buenos resultados obtenidos.
Entre los 60 a 70 días se produce la floración y, entre los 80 a 90 días se inicia la cosecha. Tapia comenta que “en el tiempo de cosecha incorporamos unos cajones cosecheros, que facilitan la tarea. Además, nos da mucha alegría disponer de nuestras propias cajas con la marca Frutillas de Salta, algo que fue posible con ayuda de la provincia”.
El rendimiento promedia los 700 gramos por planta. Por hectárea se disponen cerca de 55 mil plantas, o sea que se alcanza un rango que oscila entre los 38 mil a los 45 mil kilos por hectárea. “Algunos productores” comenta Analía, “dejan las plantas para el año siguiente, para un segundo ciclo, lo que les permite adelantar la cosecha y conseguir algún rédito económico mayor”.
Además del INTA, con todos sus ensayos, promoción, capacitación y desarrollo tecnológicos, realizados en este período, se fueron involucrando otros actores, como la Universidad Católica de Salta, con quienes se realizó un proyecto para adquirir una cámara de frío para los plantines.
Los municipios fueron claves para dar los primeros pasos, conseguir micro créditos, facilitar maquinaria menor y promocionar la asociación en ferias locales. Gracias a que los productores lograron organizarse formalmente, se pudo presentar un proyecto oficial y conseguir un tractor y una mulchinera, durante el año 2023.
En la actualidad, “junto al gobierno de Salta, se está participando de un clúster, donde trabajamos aspectos para el desarrollo de elaborados, junto con la visibilización y la comercialización de las frutillas pero, además, donde se insertan otras temáticas como salud, nutrición y turismo”, comenta Tapia.
“En otra parte de la asociación nos dedicamos a la elaboración de dulces, conservas y pulpas” comenta Mónica González, docente, integrante de Frutillas Agroecológicas Pachamama, que compone Aprofval. “Aprovechamos nuestra propia producción y elaboramos otros productos que vendemos en las ferias en las que participamos. También comercializamos la fruta a otros elaboradores de conservas, a pasteleros, nos quedamos sin frutillas al cierre de cada campaña. Se está dando algo muy lindo con la comercialización y la calidad de la frutilla, cada vez más los compradores nos buscan, nos esperan”.
Otra estrategia comercial y socio-organizativa, surgida de la misma asociación es el “Encuentro de Frutilleros del Valle de Lerma”. En este espacio se organiza un festival, se realizan charlas y se comercializa la producción de la asociación. Este año se realizará el quinto encuentro, siempre en el mes de octubre, durante el sábado previo al Día de la Madre, en concordancia con el pico productivo.
Dentro de tantas buenas noticias subsisten algunas problemáticas comunes en la asociación. Oscar explica que “la mayoría de nosotros no tenemos tierra productiva, somos arrenderos, eso a veces condiciona la planificación ya que, año a año, nos tenemos que trasladar, con todo lo que esto significa. Además, son un problema el costo del arrendamiento, la informalidad. Esto condiciona estructuralmente nuestra planificación”.
“Es difícil, además, encontrar un arriendo que tenga buen riego, la frutilla requiere abundante agua y de calidad. Se necesitan espacios donde la tierra haya sido bien cuidada. Otra problemática está vinculada a la producción que sigue entrando fuertemente de las provincias vecinas, generando mucha competencia en el mercado, algo que, poco a poco, estamos revirtiendo”.
Mónica González comenta “nunca se sabe hasta dónde se puede llegar, tenemos mucho para dar. Nuestro objetivo es producir una fruta de calidad, pero seguimos incorporando nuevos proyectos. Ahora estamos trabajando con el colegio rural N° 5150, ubicado en San Agustín, Cerrillos, donde logramos cultivar 400 plantas de frutilla y enseñar a los chicos el proceso”.
La entrada Las frutillas de Salta son excelente: En el valle de Lerma se comenzaron a producir de manera asociativa, son de alta calidad y además resultan una buena opción al cultivo del tabaco se publicó primero en Bichos de Campo.