En la actual coyuntura argentina, marcada por una grave crisis social y económica –además del drama que representa la aparición de la influenza aviar H5–, un grupo de diputados nacionales radicales presentó un proyecto que obliga a las empresas elaboradoras de huevos a etiquetar el envase de los mismos para informar a los consumidores cómo viven las gallinas que los produjeron.
“Todos los huevos que se comercialicen y/o se produzcan en Argentina, incluyendo huevos frescos, líquidos y en polvo, así como también los importados, deben especificar el sistema en el que fueron producidos”, señala la inactiva de la diputada porteña Carla Carrizo (foto), que es avalado además por Maximiliano Ferraro, Emiliano Yacobitti, Danya Tavela y Marcela Antola.
El envase deberá especificar alguna de las siguientes leyendas: “Huevo producido en jaula”, “Huevo producido en galpón cerrado”, “Huevo campero o huevo de libre pastoreo” y “Huevo Orgánico”. La descripción, indica el proyecto “deberá constar tanto en la etiqueta, como en la cara principal del envase o empaque”.
Pero no basta sólo con la leyenda. La propuesta señala que las imágenes, fotografías, dibujos, gráficos o similares que se incluyan en las etiquetas, envases o empaques de los huevos en cascarón deben ilustrar debidamente el sistema de producción utilizado.
“En ningún caso un empaque de huevos de aves enjauladas puede contener imágenes de aves libres en galpones o en el campo, ni ninguna otra imagen que pueda inducir a error o duda sobre el sistema de producción utilizado o las condiciones de bienestar de los animales involucrados en la producción”, especifica.
“La autoridad de aplicación de la presente ley a nivel nacional es el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), quien dictará los lineamientos generales de aplicación de la presente ley”, dice el proyecto, aunque sin advertir que esa no es una atribución del Senasa, que, como el nombre lo indica, tiene a su cargo políticas eminentemente sanitarias.
En los fundamentos del proyecto, Carrizo asegura que “desde una perspectiva eminentemente ambiental, el 90% de la producción de huevos en Argentina se lleva a cabo por medio de jaulas en batería: se trata del sistema que más sufrimiento infringe a las gallinas”.
La propuesta, asegura Carrizo, “tiene un doble impacto: por un lado, la afectación directa al ave como persona no humana sintiente; por otro, la calidad de producto alimentario obtenido de dicho proceso resulta cualitativamente menor en términos salubres y proteicos” (sic).
“La inexistencia de un sistema de etiquetado según el sistema de producción genera, además de una carencia de información, competencia desleal entre grandes y pequeños productores”, añade la diputada.
La entrada ¡Por fin se ocupan de lo importante! Diputados radicales quieren obligar a las empresas productoras de huevos que informen a los consumidores si las gallinas viven en jaulas se publicó primero en Bichos de Campo.