El primer proyecto de Presupuesto Nacional presentado por el presidente Javier Milei no prevé, lejos de las promesas de campaña del dirigente libertario, una reducción de los derechos de exportación y por el contrario prevé una suba de la recaudación por ese concepto del 100,4%, que no se sabe cómo se lograría. Tampoco pone fecha para la eliminación del cepo cambiario, que es otra de las maneras de quitar recursos a los productores agroecuarios.
La precisión sobre la continuidad de las retenciones agrícolas se anticipa en un párrafo del mensaje enviado el Congreso por el Poder Ejecutivo, en el que anticipaba el trazo grueso de los números macroeconómicos previstos para el año próximo. En el renglón de la recaudación fiscal se dice que “los ingresos impositivos de 2025 se proyectan en 71.212.561 millones de pesos (+29,4% frente al estimado para 2024), lo que representaría 9,3% del PBI”.
Luego, haciendo referencia a los principales soportes de esa recaudación, el proyecto indicó que “dentro de estos, los más importantes son el Impuesto al Valor Agregado (IVA) neto de reintegros, que crecería 28,6%, el Impuesto a las Ganancias (+41,1%), el Impuesto a los Créditos y Débitos en Cuentas Bancarias y Otras Operatorias (+34%) y los Derechos de Exportación (+100,4%)”.
Cómo espera el gobierno que los ingresos por retenciones se dupliquen es un verdadero misterio, ya que el escenario agrícola para 2025 muestra precios de los granos en baja y las previsiones de cosecha para la Argentina son cautelosas y en ningún caso será posible un fuerte salto de la cosecha 2024/25.
En el gráfico que acompaña el anteproyecto de ley de Presupuesto, y que se refiere a la recaudación fiscal, se estima que por derechos de exportación el estado pasará de recaudar 5.344.904 millones de pesos por retenciones a 10.712.570 millones de pesos. Los datos son por lo menos curiosos. Las retenciones agrícolas suman cerca de 9.000 millones de dólares anuales y no se entiende cómo podrían llegar a duplicarse los ingresos en pesos, salvo que sucediera una fuerte devaluación de tipo de cambio al que los exportadores liquidan las cosechas.
No hay otra pista sobre esto en la presentación del Presupuesto 2025 elaborado por Economía. En rigor, tampoco abundan las menciones al sector agropecuario. Apenas se dice que “el PIB se proyecta con una suba del 5,0% para 2025. Asimismo, se prevé que continúe un crecimiento sostenido del PIB en los años siguientes (+5,0% en 2026 y +5,5% en 2027)”. Y dentro de esos cálculos tan optimistas, se espera que “el crecimiento proyectado del PIB está motorizado principalmente por la industria y el comercio, con subas de 6,2% y 6,7%, respectivamente”.
Allí llega la mención: “Por su parte, el sector agropecuario avanza 3,5%, luego de la recuperación de la cosecha del corriente”. Para Milei, está claro que la soja seguirá aportando. El yuyito sequirá siendo un soporte clave de las cuentas públicas.
Luego, en declaraciones al canal La Nación más, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, ratificó la mala noticia para los productores: “No estamos en principio apurando la decisión a la baja de las retenciones. Claramente eso es una decisión de que eso va a pasar. Tenemos la suerte de tener un presidente que es economista y que entiende que los tiempos de la economía están por encima de los tiempos de la política”.
Respecto del cepo, el funcionario dijo que del cepo “se saldrá cuando estén las condiciones para hacerlo”, aunque también dijo que esperaba que esa decisión no llevará más allá de 2025.
Este es el anteproyecto de ley de Presupuesto 2025:
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