La Resolución 352/2023, que fue publicada este viernes en el Boletín Oficia con la firma del ministro de Ambiente, Juan Cabandié, completa la mirada que aparentemente le faltaba a la política nacional de protección de los bosques nativos, que viene de 2007 pero que en todo este tiempo parece que no reparó en que “se advierte una brecha considerable de género” en las comunidades que habitan esos ecosistemas. ¿Y cómo se resuelve esa brecha? Pues creando un programa específico, que será financiado con dinero de esa ley
“Se crea el Programa Productoras de Bosques Nativos a fin de contribuir a la reducción de las brechas de género en las comunidades que habitan los bosques nativos, mejorando las condiciones de sostenibilidad ambiental y reconociendo el rol de las mujeres en la vida comunitaria y en la gestión de los bosques”, dicen los considerandos de esta resolución de Ambiente, una de las últimas novedades surgida de la cantera inagotable de proyectos y programas que rodea a Cabandié, un niño dilecto de la vicepresidenta Cristina Kirchner, en materia de política ambiental.
Y sigue justificando ese funcionario la necesidad de incorporar un capítulo específico sobre género en la política surgida de la Ley de Bosques sancionada en 2007, que tiende a poner freno a la feroz deforestación que se vivía en la Argentina aquellos primeros años del milenio: “Se observa en la problematización del rol de las mujeres y diversidades en relación a los bosques, como acción imprescindible para mejorar la calidad de las políticas ambientales”, argumenta la norma.
Como sea, Cabandié considera que “la consideración de las diferencias de género en el diseño de políticas públicas puede conducir a cambios de comportamiento que mejoren la gestión forestal y colaboren en la persistencia de los bosques, al tiempo que mejoran los medios de subsistencia de las familias que lo habitan y contribuyen en la lucha por la igualdad de géneros”. Puede tener razón, pero la gran pregunta es por qué ese programa específico no es impulsado por el Ministerio de la Mujer y se financia con fondos que deberían surgir de la propia política de protección de bosques.
Esta política de trabajo, en realidad, ya se venía desarrollando en el Ministerio de Ambiente al menos de 2022, pero antes del cambio de gobierno en diciembre próximo cabandié decidió dejarla consagrada mediante una resolución, que permitirá justificar el uso de fondos de la Ley de Bosques en dichos menesteres. En rigor, y con el acompañamiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y con el financiamiento del Fondo Verde para el Clima (GCF, por sus siglas en inglés), en marzo se había realizado en la localidad de Laguna Blanca, Formosa, el Encuentro Nacional de Productoras de Bosques Nativos.
De hecho, tras definir en su primer artículo la creación del “Programa Productoras de Bosques Nativos” y aprobar sus objetivos, la Resolución de Ambiente aclara que “la implementación del Programa estará a cargo de la Dirección Nacional de Bosques”, y que “el gasto que demande el cumplimiento de la presente Resolución y las acciones desarrollas en dicho marco serán imputados al Programa Pagos Basados en Resultados REDD+ Argentina para el Periodo 2014-2016 o al Programa Nacional de Protección de Bosques Nativos”.
El Proyecto PPR tendrá una duración de seis años, busca fortalecer la Ley de Bosques 26331 y cuenta con el financiamiento del Fondo Verde para el Clima, el cual otorgó al país 82 millones de dólares como retribución a la reducción de 18 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalentes (CO2eq) por el periodo 2014-2016, a partir de la reducción en deforestación en las regiones del Parque Chaqueño, en la Selva Tucumano Boliviana, en el Espinal y en la Selva Misionera.
La asignación de fondos se lleva de bruces con la aplicación de la propia Ley de Bosques, ya que desde el área nacional de Ambiente hay un atraso muy grande e histórico en cumplir con los giros a las provincias establecidas en la Ley de Bosques, ya que esas deben ser las custodias del patrimonio ambiental.
Este es el anexo del programa Productoras de los Bosques Nativos:
En este texto no se determina con precisión cuándo dinero y de qué modo se distribuirá entre las moradoras de los bosques nativos, pero se aclara que “el Programa se implementará en todas las regiones forestales del país, y sus destinatarias serán grupos de diez o más mujeres criollas, campesinas o indígenas de comunidades locales que habiten y/o gestionen actividades productivas o comunitarias en los bosques nativos; que vivan en regiones forestales del país, en particular en aquellas con mayor población rural en situación de vulnerabilidad y mayor presión sobre los bosques nativos (con prioridad en las regiones de Parque Chaqueño, Selva Paranaense o Yungas); que se encuentren desarrollando actividades productivas, organizativas o del cuidado de los bosques y que deseen mejorar todas o algunas de estas acciones a través del trabajo colectivo y cuyo nivel socioeconómico concuerde con la tipología de pequeña productora”.
La entrada ¿Qué puede fallar? Cabandié decidió consagrar un programa para cerrar “la brecha de género” que afecta a las mujeres que habitan los bosques nativos se publicó primero en Bichos de Campo.