Cargill no suele acaparar titulares ni busca protagonismo mediático, pero su influencia en la agroindustria global y, particularmente, en Argentina, es innegable. No cotiza en la Bolsa, no tiene una cara visible para el gran público, y, sin embargo, maneja aproximadamente el 25% de las exportaciones de granos de Estados Unidos. Localmente, gran parte de lo que se siembra, cosecha, procesa y exporta tiene, en algún punto de la cadena, su huella.
Esta compañía nació hace 159 años en el corazón agrícola de Estados Unidos, en un granero de Iowa. Hoy, con sede en Minnesota y 160.000 empleados alrededor del mundo, es la mayor compañía privada de Estados Unidos, con ingresos globales por 160.000 millones de dólares al cierre del 2024. Opera en 70 países y vende a 125 mercados distintos. Su negocio abarca desde la producción de alimentos, ingredientes industriales y energía, hasta la nutrición animal y los servicios financieros para el agro. Cargill es un titán en los granos, pero también lo es en el aceite, la carne y hasta en la logística oceánica.
Un dato clave es que, desde su origen, la empresa ha estado en manos del clan Cargill-MacMillan, la cuarta familia más rica de Estados Unidos después de los Walton (Walmart), los Koch (Koch industries) y los Mars (Mars). La familia Cargill-MacMillan tiene actualmente cerca de 100 miembros, de los cuales 14 son multimillonarios.
Así como otras grandes empresas agroindustriales, desde hace varios años Cargill comenzó a hacer foco en la sustentabilidad de sus procesos y las buenas prácticas agrícolas. Según se desprende de su último reporte, el año pasado destinó 130 millones de dólares a iniciativas sociales y comunitarias, con foco en seguridad alimentaria, inclusión, sostenibilidad y ayuda ante emergencias. En paralelo, viene acelerando inversiones en infraestructura, automatización y eficiencia operativa a través de su programa “Factory of the Future”, que busca incorporar robótica y análisis de datos en sus plantas.
En Argentina, su presencia se remonta a 1947, cuando reabrió sus oficinas en Buenos Aires tras la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, logró consolidar una red que abarca más de 60 localidades en ocho provincias, con más de 3.300 empleados.
Esta gigante multinacional es también uno de los cinco principales exportadores agroindustriales del país. Según la estadística oficial en 2024 se posicionó primera en el ranking nacional de exportaciones de granos y subproductos con 9,54 millones de toneladas. El podio se completó con Viterra (9,39 millones de toneladas), Cofco (8,63 millones de toneladas), Bunge (7,54 millones de toneladas) y en quinto lugar LDC (6,73 millones de toneladas).
Sus activos en Argentina incluyen cinco terminales portuarias ubicadas en Bahía Blanca (Buenos Aires), Diamante (Entre Ríos), y tres en Santa Fe, localizadas en Puerto San Martín, Villa Gobernador Gálvez y Punta Alvear.
Cuenta también con plantas de procesamiento de granos en Puerto General San Martín y Villa Gobernador Gálvez, una planta de molienda húmeda de maíz en Villa Mercedes (San Luis), que produce jarabes, almidones y otros ingredientes industriales., una planta de alimentos balanceados en Venado Tuerto (Santa Fe), para el negocio de nutrición animal y más de 20 acopios y oficinas comerciales distribuidos por el interior productivo.
La entrada ¿Quién es Cargill? La multinacional que, sin hacer ruido, alimenta al mundo y lidera las exportaciones argentinas se publicó primero en Bichos de Campo.