La oficina del USDA en Pekín proyecta que en el ciclo 2023/24 China importaría 20,0 millones de toneladas de maíz, una cifra 3,0 millones inferior a la estimada oficialmente por el organismo estadounidense.
“El acceso a la cuota de importación de maíz sin aranceles representa un problema, ya que el 60% del contingente arancelario de 7,2 millones de toneladas anuales está asignado a empresas estatales y el 40% restante a privados, al tiempo que las empresas estatales compran habitualmente mucho más que el contingente arancelario asignado desde 2019”, explica un informe del USDA.
Los actores privados que no pueden importar maíz de manera competitiva al no recibir acceso a la cuota sin aranceles, suelen preferir el sorgo, el trigo o la cebada importada como componentes forrajeros sustitutos del maíz.
El informe del USDA indica que las autoridades chinas están retrasando la importación de maíz, con el propósito de reforzar las reservas estatales de granos, dado que anticipan que el cereal tiene un recorrido bajista por delante en los próximos meses.
“Al 21 de septiembre pasado, los compradores de China sólo tenían contratos por 635.576 toneladas de maíz de origen estadounidense (excluyendo destinos desconocidos) para entrega en el ciclo comercial 2023/24, mientras que en septiembre del año pasado esa cifra era de 3,0 millones de toneladas”, apunta el informe.
Un aspecto central es que Brasil se está quedando con una cuota del mercado chino de maíz cada vez más significativa en desmedro del cereal estadounidense.
“Desde junio pasado Brasil ha enviado un total de 2,4 millones de toneladas de maíz a China. Más de 400.000 llegarán a esa nación en septiembre u octubre, mientras que otros 1,30 millones llegarán hacia finales de 2023. Incluyendo las ventas pendientes estimadas, fuentes de la industria china esperan que cerca de 5,0 millones de toneladas de maíz brasileño ingresen a China en el año fiscal 2023/24”, remarca el informe.
Los volúmenes de maíz importados por China en el ciclo comercial 2022/23 hasta la fecha suman 17,0 millones de toneladas, de los cuales 6,0 millones corresponden a EE.UU., 5,20 millones a Ucrania (que no pudo enviar más luego de junio con la suspensión del “corredor granario” por parte de Rusia) y 2,50 millones a Brasil.
En lo que respecta a trigo, la oficina del USDA en Pekín pronostica que las importaciones de trigo para la campaña 2023/24 se mantendrán sin cambios en 11,0 millones de toneladas con respecto a la estimación de junio pasado.
El cupo de importación del trigo sin aranceles es de 9,63 millones de toneladas anuales, lo que implica que China está importando buena parte del cereal por fuera del cupo, el cual es gestionado casi en su totalidad por compañías estatales.
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