Luego del proceso electoral presidencial que vivió Argentina el domingo 13 de este mes, donde resultó ganador el candidato de La Libertad Avanza Javier Milei, mucho se habló de sus iniciativas políticas, económicas, planes a futuro en caso de gobernar.
También se revisó su plataforma electoral y particularmente los planes que tiene hacia el campo, el sector agroindustrial y por ende macroeconómico.
En ese sendero, el candidato ganador brindó una serie de declaraciones ante medios de comunicación, muchas. Particularmente generó revuelo en el sector agropecuario una que brindó al medio Bloomberg News, dedicado a las finanzas.
En esa entrevista, Milei afirmó que no propiciaría el comercio internacional con China, tampoco con Brasil, Cuba, Venezuela, Corea del Norte o Nicaragua.
Estas declaraciones generaron una preocupación muy grande en el sector exportador, particularmente el de la carne, dado que China es el gran comprador de las proteínas animales que en nuestro país se producen.
Dicha preocupación fue generalizada, tanto en el sector privado, como el público. El propio Secretario de Agricultura Juan José Bahillo salió a repudiar estos dichos. También lo hicieron actores privados, exportadores, y analistas ganaderos.
La amenaza es cierta, existe, y la preocupación es muy grande.
Luego de la controversial declaración del candidato, este medio indagó en el sector cárnico, y la respuesta fue unánime: Se teme por las exportaciones de carne.
Ese trabajo periodístico generó una rápida respuesta del equipo económico que trabaja junto a Milei, al punto que Diana Mondino, economista y miembro de La Libertad Avanza, manifestó que los dichos de su jefe político fueron tergiversados, y brindó una traducción al respecto.
Mondino explicó a Bichos de Campo que el mensaje fue malinterpretado, argumentando: “El sector privado es libre de hacer lo que quiera. No solo que no considero esto como una mala noticia, sino que es una magnífica noticia que el Estado no vaya a intervenir en contratos privados”.
Textualmente, lo que Milei dijo fue: “Nuestros ejes fundamentales son el libre comercio, la paz, la libertad, y alinearnos con occidente donde los máximos referentes en esto son Estados Unidos e Israel”.
Sobre China, el político dijo: “Serán socios comerciales del sector privado. Nosotros no hacemos pactos con comunistas. Yo no promovería la relación con comunistas, ni con Cuba, ni con Venezuela, ni con Corea del Norte, ni con Nicaragua, ni con China”.
A su vez, el economista candidato se refirió a Brasil, principal socio comercial de Argentina comunicando taxativamente que no es posible un acercamiento a Lula Da Silva. Y habló del Mercosur: “Yo creo que hay que eliminar el Mercosur, porque es una unión aduanera defectuosa que perjudica a los argentinos de bien. En el fondo es un comercio administrado por Estados, para favorecer empresarios prebendarios. Eso no promueve el comercio, lo destruye. Eso genera desvío de comercio, no genera bienestar. Genera rentas para amigos del poder. Una cosa verdaderamente horrorosa”.
Ante la pregunta del periodista del medio citado, sobre los tratados bilaterales para fomentar el comercio, el político respondió: “Eso le sirve a los que están asociados con los gobiernos con la administración de ese comercio. No le sirve a la gente. A la gente le sirve el comercio, que el comercio sea libre. Cuando se mete el Estado hace daño. El Mercosur funciona de esa manera, genera desvió de comercio, y se benefician los políticos ladrones con los empresarios prebendarios”.
Esto fue lo que declaró Javier Milei a Bloomberg, que decidimos reproducir de forma textual.
En 2021, el líder del espacio libertario había vertido declaraciones similares en otro medio de comunicación, en este caso el Canal de la Ciudad (de Buenos Aires).
En ese entonces, además de condenar a Cuba y Venezuela, el ahora candidato presidencial aseguró: “Yo no haría negocios con China”, a lo que se le repreguntó sobre las consecuencias macroeconómicas de una posible ruptura. Milei subrayó: “Es falso que sería una tragedia macroeconómica. Podríamos hacer transacciones con el lado civilizado de la vida, que es Occidente. Yo no hago transacciones con comunistas. Yo no negocio mi moral a cambio de dinero”.
Entonces, escapando de la literalidad de las palabras, y sin intenciones de hacer una interpretación – buena o mala- de sus palabras y postulados, es necesario hacer algunas aclaraciones.
China es el principal comprador de la carne que Argentina produce. A modo de referencia, solo en junio, se exportaron 50 mil toneladas peso producto de carne vacuna, de las cuales 80% se enviaron a China. Según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados, (CICCRA), durante ese mes, los ingresos por ventas al exterior de carne vacuna sumaron 214,8 millones de dólares.
Incluso registrando una caída interanual e intermensual del precio promedio, en el caso de las exportaciones a China, explicaron 63,1% del valor total facturado en el sexto mes del año.
Es decir, China es un mercado fabuloso para la colocación de la carne Argentina. Carne que otros mercados no compran, cortes que en nuestro país se consumen poco, por lo que mantener ese mercado abierto es beneficioso económicamente. Cuando China no compra, o Argentina no le exporta a ese mercado, hay problemas graves para la cadena productiva, criadores, feedloteros, etc. Algo que ya pasó cuando el Gobierno Nacional cerró las exportaciones de carne, para luego limitarlas solo a algunos cortes.
Entonces, volviendo a las palabras de Milei y su equipo económico, y las condiciones de exportación, particularmente a China, dado que el candidato en caso de ser presidente rompería los acuerdos bilaterales y dejaría libertad a los privados para que negocien, compren y vendan, se caerían también los protocolos sanitarios que permiten que dichos mercados se mantengan abiertos. Exportar carne o alimentos no es como exportar electrodomésticos, requiere de requisitos sanitarios, que garantizan los Estados, por ejemplo el Senasa.
Ahora bien, si Milei gana, debería el 11 de diciembre tomar una decisión importante, como la de cerrar el Senasa, o privatizarlo. O vaya uno a saber qué piensa hacer con el Senasa. O buscar algún organismo análogo para que certifique –entre otras cosas- las condiciones sanitarias para exportar, para que los privados puedan vender. Sea China, a Estados Unidos, Israel o quien fuera.
Pero más allá de la cuestión sanitaria, y del Senasa, que a esta altura está saldada, deberíamos pensar que, por ejemplo en China, los compradores de carne argentina si bien son actores privados, de una u otra forma esas empresas están controladas o tienen algún tipo de injerencia del Estado chino.
Es decir, los privados son privados, claro. Empresas privadas. Pero reportan al Estado, y si no lo hacen, corren riesgo de quedar afuera del mercado importador. Entonces, hay un riesgo muy grande de perder el 80% de las exportaciones argentinas de carne, que por ejemplo durante 2022, según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA) fueron de 890 mil toneladas equivalente res con hueso de carne bovina, y 93,7 mil toneladas de huesos bovinos, por un valor superior a 3.424 millones de dólares.
Obviamente China se llevó la mayoría de ello, contabilizando 485,7 mil toneladas, de esa carne, seguido por Israel, con 31,1 mil toneladas, y luego por Alemania, que importó 23,6 mil toneladas.
Si analizamos los volúmenes exportados durante junio de este año, de las 50 mil toneladas, las referencias de Milei como Estados Unidos e Israel se llevaron en conjunto 4.673 toneladas. Es decir, que si se cierra el comercio con China, y los privados de allá dejan de comprar a Argentina, serán los privados de nuestro país los que deberán incrementar 40 veces los volúmenes enviados a otros países como Estados Unidos, solo para mantener girando la rueda productiva de la ganadería. Suerte en eso.
Si tomamos las explicaciones del candidato liberal y las de su equipo económico, y las declaraciones –aun con sus respectivas aclaraciones-, el riesgo de perder al principal comprador de carne argentina es muy grande, sin contar que los países señalados por Milei como posibles mercados para nuestra carne, son competidores de Argentina en la producción ganadera, y exportadores (privados).
La entrada Aunque Milei y su equipo económico lo nieguen, las exportaciones de carne argentina están en riesgo si hace lo que promete se publicó primero en Bichos de Campo.