Los costos de siembra, fertilización y pulverización de los principales cultivos argentinos en 2022/23 fueron de 16.456 millones de dólares, una cifra nominal 23% superior a la registrada en 2021/22 y un 47% mayor que el promedio del último lustro.
Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) indica que el costo de producción por hectárea estimado para cada grano en la campaña 2022/23 fue en promedio 656 dólares para la cebada cervecera y de 521 para la forrajera, de 356 dólares para el girasol, de 688 dólares para el maíz temprano y 664 para el tardío, de 387 dólares para la soja de primera y 298 para la de segunda, de 323 para el sorgo y de 534 dólares para el trigo.
“Si se compara con los costos promedios de los últimos cinco años, se observa que el costo de la siembra de cebada cervecera aumentó un 88% y la cervecera 82%, el girasol 60%, el maíz temprano 38% y el tardío 30%, la soja de primera 35% y la de segunda 31%, el sorgo 63% y el trigo 74%”, explica el informe de la BCR.
Multiplicando tales promedios por hectárea por la superficie sembrada, se obtiene el costo total en el que habrían incurrido los productores argentinos en la campaña 2022/23, el cual es de 4326 millones de dólares para soja de primera, 3948 M/u$s para el maíz tardío, 3148 M/u$s para el trigo, 1428 M/u$s para la soja de segunda, 1363 M/u$s para el maíz temprano, 1106 M/u$s para la cebada cervecera, 803 M/u$s para el girasol, 285 M/u$s para el sorgo y 46 M/u$s para la cebada forrajera.
“Durante el año 2022, como resultado del comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania, el petróleo crudo alcanzó valores máximos desde el año 2008, y este escenario se vio reflejado en gran parte en el costo de los principales insumos”, remarca el informe.
En el caso del superfosfato simple (SPS) y de la urea granulada, los precios de referencia de junio de 2022 casi duplicaron a los del mismo mes de 2021, mientras que el fosfato monoamónico (MAP) aumentó un 48% interanual.
Es necesario aclarar que el cálculo de la BCR sólo computan los costos relacionados directamente con la producción, es decir, los costos relacionados a la siembra, fertilización y pulverización de los cultivos. No se consideran otros costos de gran importancia en la ecuación de los productores, tales como el arrendamiento o costo de oportunidad de la tierra, costos comerciales, de cosecha, el flete, los impuestos a los ingresos y a las ganancias, entre otros.
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