Es curioso que Nicolás Otamendi, el aguerrido defensor de la selección nacional de fútbol, haya sido el que anotó el gol del triunfo este jueves en el partido por eliminatorias frente a Paraguay, en un equipo con tantos delanteros que se quedaron con las ganas. Pero todo tiene una explicación: esta es la Semana Mundial del Huevo.
En realidad, este viernes 13 de octubre -considerado el día internacional del huevo- está terminando esa semana de promoción de este alimento de origen animal, así que en el partido contra Perú, la semana próxima, las cosas podrían volver a la normalidad y será Lionel Messi quien deba hacer de las suyas.
Como sea, en el marco de estas celebraciones anuales, la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA) elaboró un informe que pone de relevancia las cinco claves por las cuales es recomendable incluir al huevo no solo en el fútbol sino en la alimentación cotidiana de las personas, tal como lo recomiendan en sus mensajes las Guías Alimentarias para la Población Argentina.
Nutrientes y proteínas: Lo más importante a tener en cuenta al seleccionar los alimentos que consumimos es la densidad nutrientes porque estas características tienen la capacidad de mejorar directamente los resultados de la nutrición humana. Como alimento de origen animal ampliamente consumido, el huevo es elogiado por sus importantes beneficios nutricionales, particularmente en términos de desarrollo y crecimiento humano. Su consumo es fundamental en los bebés, los jóvenes y las mujeres embarazadas, como también en entornos de bajos recursos.
Las proteínas del huevo contienen los 9 aminoácidos esenciales para el organismo y la mejor puntuación de aprovechamiento. La calidad de las proteínas supera el 100% para los huevos, en comparación con el arroz al 37% y el trigo al 45%.
Las proteínas son fundamentales para la salud, ya que además de formar la masa muscular del cuerpo, forman parte de la sangre, las hormonas y anticuerpos. La deficiencia proteica puede llevar a la sarcopenia y desnutrición. Un promedio de dos huevos proporcionan proteína suficiente para cubrir más de un 30% de las ingestas recomendadas (IR) de proteínas de un adulto.
Sistema inmunológico: La vitamina D apoya el funcionamiento normal del sistema inmunológico, que es la primera línea de defensa del cuerpo contra infecciones y enfermedades. Además la vitamina D es esencial para la salud ósea, y las deficiencias prolongadas pueden tener un impacto perjudicial en la salud ósea tanto de niños como de adultos, al mismo tiempo que afectan la función del sistema inmunológico. Es conocido que la mejor fuente de vitamina D es la luz solar, sin embargo, en los últimos años los estudios han encontrado que incluso en aquellos lugares de clima soleado, las personas pueden tener niveles insuficientes de vitamina D.
Los cambios en el estilo de vida y los aislamientos requeridos en la pandemia (que incluyen pasar más tiempo en interiores), como también evitar el sol y protegerse para reducir la probabilidad de desarrollar cánceres de piel, y los niveles de contaminación, pueden afectar el nivel de vitamina D que el cuerpo es capaz de sintetizar.
Por tanto, el consumo de alimentos que contienen vitamina D de forma natural, como los huevos, puede contribuir a la ingesta de niveles adecuados de vitamina. Una porción promedio de 2 huevos contiene 8.2 mcg de vitamina D, una aporte sustancial para alcanzar la ingesta de niveles adecuados de este vital vitamina.
Dietas vegetarianas: Los huevos también son una fuente natural de vitamina B12. La vitamina B12 contribuye a la formación de glóbulos rojos y al metabolismo energético normal, pero muchos niños y adultos no consumen lo suficiente. La vitamina B12 solo está presente de forma natural en alimentos de origen animal o en aquellos que han sido fortificados.
Esto hace que los huevos adquieran gran valor en las dietas vegetarianas, ya que proporcionan vitamina B12, que a menudo es baja en dichos estilos de alimentación. Los huevos son una excelente fuente de vitamina B12, ya que tan solo 1 aporta el 20 % de las recomendaciones diarias de este nutriente.
Los primeros mil días: La colina juega un papel vital en la salud del cerebro a lo largo de nuestras vidas, pero es especialmente importante para las mujeres embarazadas y también en el período de lactancia. Colabora con el cerebro y la médula espinal del bebé para que se desarrollen adecuadamente contribuyendo a prevenir defectos de nacimiento.
Una reciente investigación muestra que el consumo adecuado de colina durante el segundo y tercer trimestre del embarazo puede mejorar los niveles de la función cerebral en los bebés y tener beneficios duraderos en el desarrollo y la salud del cerebro. El huevo es un alimento fuente de colina y de muy buena biodisponibilidad. Consumiendo 2 huevos diarios se cubren el 50% de las recomendaciones en el embarazo.
Los huevos otorgan un beneficio potencial particular para impulsar el desarrollo durante los primeros 1000 días. Los huevos son una de las fuentes más importantes de nutrientes que comúnmente carecen por eso su consumo contribuye a la nutrición en los primeros 1000 días a lograr una nutrición optima del bebe que influye en su salud y bienestar futuros apoyando el sistema inmunológico y el desarrollo cerebral infantil.
Rendimiento deportivo: La alimentación de deportistas y personas físicamente activas debe permitir no solo que se consiga el máximo rendimiento físico sino también garantizar una situación nutricional correcta en el presente y en futuras etapas de su vida. Las personas más activas tienen requerimientos nutricionales superiores, y la incorporación en su dieta de alimentos de elevada densidad nutricional, como el huevo, es conveniente. Un promedio de 2 huevos permiten cubrir más del 15% de las IR de vitamina A, E, B2, niacina, hierro, zinc y selenio, y más del 30% de las IR de vitamina B12, ácido pantoténico, biotina, colina y fósforo de adultos entre 20 y 49 años.
Hechas todas estas recomendación, Capia recordó que el consumo por parte de los argentinos se ubica actualmente en los 322 huevos per cápita. La cifra da la pauta del lugar que ocupa este alimento en el mapa alimentario nacional y permitió que nuestro país escale este año dos peldaños en el ranking mundial de ingesta de huevos, y quede en la tercera posición detrás de México y Japón.
En el país, el parque productivo de ponedoras está compuesto por 51,62 millones de aves y en diciembre de 2022, antes de la llegada de la influenza aviar, registraba un crecimiento versus 2021 del orden del 8,46% (4.120.000 de unidades más versus diciembre de 2021).
En 2022, se produjeron 15.291.600.000 unidades. De ese total, 14.603.500.000 fueron destinados al consumo interno. Esto significa que del total de unidades que se producen, el 96,8% se destinan al país, y el restante 3,2% al mercado externo.
El huevo es la economía regional que mayor valor agregado logra por tonelada exportada. La industria avícola consume 1.500.000 de toneladas de maìz y 500.000 de soja al año y genera empleo genuino para 18.000 personas en forma directa y 12.000 indirecta. El huevo argentino en sus distintas variantes es un producto con fuerte presencia en el mundo, con mas de 50 mercados internacionales abiertos.
La Argentina cuenta con más de 1000 granjas avícolas en actividad. Los establecimientos se encuentran en 18 provincias del país, siendo la más importantes Buenos Aires con el 40%, Entre Ríos con el 27%, Córdoba con el 9%, Mendoza con el 5% y Salta con el 4,5%, entre las principales.
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